El Ministerio de la Seguridad Social, dirigido por el ministro José Luis Escrivá, ha explicado que su objetivo es subir en un 30% la cotización de los salarios más altos durante los próximos 30 años. No obstante, a pesar de que este puede ser el objetivo, las cifras aún no se han concretado ya que los sindicatos plantean una mayor subida en las cotizaciones de los salarios más altos. Además, Escrivá, en la misma línea, también se ha planteado subir la cuantía de la pensión máxima en la misma proporción. Pero esta medida sobre las pensiones no tendría aplicación en esos 30 años, sino mucho más adelante.
Las negociaciones siguen avanzando y, aunque no se ha convocado una mesa oficial de negociación, sí que se están produciendo algunas reuniones más ‘discretas’ para tratar este asunto de la subida a los salarios más altos. Hasta el momento, las reuniones están suspendidas hasta que la patronal celebre los comicios el próximo 23 de noviembre.
Desde el 12 de septiembre no se han conocido encuentros presenciales y esta semana no está prevista ningúna reunión, por lo que tendremos que esperar aún un poco más para saber el resultado final de la propuesta de Escrivá acerca de las pensiones y de la subida de la cotización en los salarios más altos ya que, frente al 30% que proponen desde el Ministerio de la Seguridad Social, los sindicatos proponen un 50% en este periodo.
La pensión máxima podría subir en los próximos años debido a la propuesta de Escrivá
Además de tratar la subida de la cotización de los salarios más altos, también se espera que se hable sobre la subida de las pensiones máximas que, actualmente, se encuentran topadas en 2.819,57 euros, aunque el próximo 2023 verán un incremento y subirán hasta los 3.059,23 euros.
A partir de esa cantidad, los trabajadores de grandes salarios no cobran más de la pensión. Pero Escrivá quiere cambiar esto e incrementar la pensión máxima de forma progresiva durante los próximos años. La idea del ministro es aumentar el importe actual en un 25%.
Pero las novedades de la reforma no acaban aquí ya que también se pretende modificar el sistema de cómputo de las futuras prestaciones. Esto quiere decir que, de los 25 años que se tienen en cuenta actualmente para calcular la pensión, se pretende subir de 25 a 28 años, pero dando la opción de descontar el peor año de cotización. Otra opción que se baraja es la de llegar a los 30 años, con la posibilidad de descontar dos de ellos, aunque aún no hay nada sobre la mesa.
La idea principal del ministro Escrivá es favorecer a los trabajadores con carreras profesionales más discontinuas y con peores salarios, mientras que los trabajadores con salarios altos y carreras estables se verían perjudicados por esta reforma laboral que se pretende llevar a cabo.