Este miércoles 19 de octubre de 2022 se celebró el Día Internacional en la lucha contra el cáncer de mama. Se trata de una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y que puede ser motivo de la concesión de una pensión de incapacidad permanente.
Los expertos del Centro para el control y prevención de enfermedades definen el cáncer de mama como «una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control. Existen distintos tipos de cáncer de mama. El tipo de cáncer de mama depende de qué células de la mama se vuelven cancerosas». En casos graves, puede causar la muerte del paciente.
Así, es posible que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) conceda una pensión de incapacidad permanente por cáncer de mama. No obstante, lo que más se valora en esta patología para el reconocimiento de una pensión de incapacidad son las secuelas y efectos que quedan una vez que ya se ha eliminado o controlado el tumor.
Incapacidad permanente por cáncer de mama
Puede darse el caso de algunas mujeres que presentan una pérdida de fuerza o movilidad en el brazo más cercano al pecho afectado o en las dos extremidades. En este caso, para la obtención de una pensión de incapacidad permanente, siempre es necesario contar con un adecuado informe médico de un oncólogo.
Hay que recordar que la pensión de incapacidad permanente tiene como objetivo paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad
Con todo ello, los expertos de ‘CampmanyAbogados‘ explican que la incapacidad permanente por cáncer de mama suele darse en los grados total y absoluta.
La pensión de incapacidad permanente total inhabilita al trabajador para su profesión habitual, aunque puede ser compatible con otra actividad laboral diferente, siempre que no entre en conflicto con el grado de invalidez reconocido.
En este sentido, desde ‘CampmanyAbogados‘ argumentan que «la pérdida de fuerza en uno o los dos brazos puede derivar en una incapacidad permanente total por cáncer de mama. El motivo es que la persona no puede desarrollar su trabajo habitual debido a la limitación que le genera ese tipo de secuela -o los efectos secundarios del tratamiento».
Así, la incapacidad permanente total por cáncer de mama suele producirse en profesiones relacionadas con el esfuerzo físico o en aquellas en la que los brazos son esenciales para desarrollar las tareas propias de la actividad profesional.
Incapacidad permanente absoluta
En el caso de la pensión de incapacidad permanente absoluta, no se concede únicamente por las secuelas del cáncer de mama, sino también por confluir otras enfermedades invalidantes. Una invalidez absoluta por cáncer de mama no es muy probable por sí misma.
Por otra parte, es necesario recordar que para tener derecho a una pensión de incapacidad permanente se deben haber agotado todas las vías terapéuticas y tener en cuenta las secuelas de la enfermedad o lesión. Así, en determinadas circunstancias, el cáncer de mama puede ser motivo para el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente.