Los suplementos probióticos nos van a dar muchos beneficios si los incluimos en nuestra dieta diaria. Pero si nos excedemos con la ingesta diaria recomendada, puede tener contraindicaciones para nuestra salud y bienestar ocasionando ciertas dolencias.
Existen alimentos con probióticos que se componen de organismos vivos que permiten mejorar nuestra flora intestinal, mejorando la digestión y el tránsito intestinal.
Los alimentos con probióticos llevan bacterias similares. Sobre todo en alimentos fermentados como pueden ser el yogur, el chocolate negro, el chucrut, el miso, los encurtidos o las aceitunas.
En muchas ocasiones podemos llegar a pensar que tomar varios yogures al día puede no ocasionar ningún tipo de perjuicio a nuestra salud. Pero la realidad es que nunca debemos exceder la cantidad diaria recomendada.
Aunque en este caso, las contraindicaciones más severas las encontramos en los suplementos alimenticios con probióticos.
Es decir, las cápsulas que se venden como sustitutos de los alimentos naturales probióticos, no son beneficiosas para la salud de nuestro organismo.
Por ello, lo mejor es optar por estos productos que contienen en su composición bacterias y probióticos de forma natural y sin ningún tipo de químico ni ingrediente extra.
¿Qué ocurre cuando tomamos probióticos en exceso?
A pesar de que estos no tienen unos grandes efectos secundarios por los que preocuparnos, lo cierto es que como con cualquier otro alimento debemos medir la cantidad diaria que consumimos.
Como hemos mencionado anteriormente, los efectos secundarios más comunes suelen aparecer cuando tomamos suplementos probióticos en cápsulas.
Por ello, en estos casos debemos consultar con un especialista si esta es la mejor forma de incorporar estos microorganismos en nuestro cuerpo.
En primer lugar, los síntomas más comunes son molestias estomacales, hinchazón abdominal, diarrea y digestiones lentas.
Esto es debido a que las bacterias comienzan a proliferan en el interior de nuestro intestino delgado y el estómago. No solo en el colon.
Por otro lado, no se recomienda utilizar estos suplementos probióticos por más de un mes. Salvo que esto te lo haya indicado un profesional mediante prescripción médica.
Además, los suplementos probióticos también están contraindicados en niños y bebés. Ya que aún no tienen el sistema digestivo bien formado como para necesitar este tipo de tratamientos.
Otro de los casos más comunes donde estos pueden relacionarse con ciertas dolencias y problemas de salud, es cuando son administrados a personas con alergias e intolerancias.
Ya que algunos suplementos probióticos pueden presentar en su composición leche y otros derivados que pueden causar reacciones indeseadas.
¿Qué grupo de personas no deben tomar suplementos probióticos?
En este caso, hay ciertos grupos de personas que deben evitar tomar suplementos probióticos a no ser que un especialista se lo haya indicado.
Este grupo de personas son:
- Personas con enfermedades autoinmunes: SIDA, lupus, enfermedades intestinales… .
- Personas con enfermedades intestinales: enfermedades de Crohn, colitis ulcerosa… .
- Personas con cáncer: los probióticos pueden aumentar los efectos secundarios de la quimioterapia.
- Personas que toman otro tipo de medicamentos: en estos casos, lo mejor es consultar con nuestro médico si podemos tomar esos dos tratamientos a la vez.
Por el contrario, los médicos puede aconsejar la ingesta de suplementos probióticos a aquellas personas que están tomando antibióticos.
Ya que estos disminuyen la efectividad de la microbiota intestinal. Y los probióticos pueden ayudar a equilibrar sus niveles de nuevo.
Además, los probióticos también están indicados para aquellas personas que sufran de hinchazón abdominal y gases. Ya que restablecen la flora intestinal y la microbiota.