Según recoge la ley, el IRPF tiene tiene carácter personal y directo y grava la renta de las personas de acuerdo a sus circunstancias personales y familiares. Esto significa, que todos los contribuyentes que perciban ingresos, ya sean rendimientos del trabajo, de actividades económicas, del capital inmobiliario o del capital mobiliario, deben realizar la declaración de la Renta.
Las pensiones, son es un mayoría prestaciones que una persona recibe por no poder desarrollar su actividad laboral habitual o cualquier otra. Por ello, la Agencia Tributaria las incluye como rendimientos del trabajo. No obstante, existen algunas pensiones exentas de presentar la declaración de la Renta.
De forma más concreta, Hacienda avisa de que la ley incluye «las pensiones y haberes pasivos percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social y demás prestaciones públicas por situaciones de incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad, o similares».
No obstante, el ministerio de Hacienda tiene establecidos unos límites a partir de los cuales, debe presentarse la declaración de la Renta. Dichos límites dependen de la cuantía de los beneficios que ingrese una persona a lo largo del año. Esto incluye, el dinero que se percibe por la mayoría de las pensiones.
Declaración de la Renta 2023 para pensionistas
Los ingresos obtenidos en el año tributado, es el baremo que el ministerio de Hacienda para establecer la obligatoriedad de presentar la declaración de la Renta. Para la declaración que corresponde al año 2022, que es la que se realiza este año, el límite que determina esta obligación son los 22.000 euros. Eso sí, si fueron recibidos por un solo pagador.
Sin embargo, si el contribuyente tuvo más de un pagador, tendrá que presentar la declaración si en total obtuvo al menos 15.000 euros. En este caso, siempre que el dinero recibido a partir del segundo pagador no exceda los 1.500 euros anuales. Esto puede darse en el caso de aquellas personas que pasaron a ser pensionistas por jubilación en 2022, pero que una parte del año, aún trabajaban y por tanto, tenían ingresos de otro pagador.
Algo parecido les puede ocurrir a aquellos que hayan decidido optar por una jubilación activa. Esto significa que se mantienen alguna actividad laboral, mientras se percibe la prestación por jubilación. De igual modo sucede con las personas que reciban de manera simultánea, una prestación de la Seguridad Social, una pensión del extranjero; o que realicen un rescate de sus planes de pensiones.
Estas son las pensiones exentas de hacer la declaración de la Renta
La ley del IRPF, en su artículo 7, incluye una serie de pensiones exentas de presentar la declaración de la Renta. Entre ellas, se incluyen:
- Las prestaciones públicas extraordinarias por actos de terrorismo o las pensiones derivadas de medallas y condecoraciones concedidas por actos de terrorismo.
- Las pensiones reconocidas en favor de aquellas personas que sufrieron lesiones o mutilaciones con ocasión o como consecuencia de la Guerra Civil.
- Las prestaciones reconocidas al contribuyente por la Seguridad Social o por las entidades que la sustituyan como consecuencia de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
- Las pensiones por inutilidad o incapacidad permanente del régimen de clases pasivas, siempre que la lesión o enfermedad inhabilite por completo al perceptor de la pensión para toda profesión u oficio.
- Las pensiones y los haberes pasivos de orfandad y a favor de nietos y hermanos, menores de veintidós años o incapacitados para todo trabajo.