Las personas que tienen reconocida una pensión de incapacidad permanente total ya tienen una discapacidad del 33%, aunque con matices. Hay que aclarar que el Gobierno de España ha aprobado una nueva normativa que establece una asimilación entre la incapacidad total y la discapacidad del 33%.
Concretamente, la nueva legislación establece lo siguiente: «A los efectos del presente capítulo VI y del ejercicio del derecho al trabajo de las personas con discapacidad, tendrán la consideración de personas con discapacidad las personas pensionistas de la Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente en el grado de total, absoluta o gran invalidez, y las personas pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una pensión de jubilación o de retiro por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad».
Esta modificación tiene importantes beneficios para las personas que actualmente cobran una pensión contributiva de incapacidad permanente total. Igualmente, se trata de un aspecto ventajoso para aquellas personas a las que se le conceda una incapacidad total a partir de ahora.
Incapacidad permanente total y discapacidad del 33%
Con la medida aprobada por el Congreso de los Diputados en febrero de 2023, se asimila la incapacidad permanente total al reconocimiento de una discapacidad del 33%. Eso sí, sólo en el ámbito laboral.
Es decir, cuando una persona tiene una incapacidad permanente total también se le considera una persona con discapacidad de, al menos, el 33% en el ámbito laboral. Esta medida supone un importante beneficio para los ciudadanos que tienen reconocida una incapacidad total.
Hay que tener en cuenta que las personas con una incapacidad permanente total también suelen encontrar dificultades para la reinserción laboral, debido a que cuentan con ciertas limitaciones para realizar determinadas actividades laborales.
Sin embargo, desde el año 2018, se perdió la asimilación de la incapacidad permanente total con la discapacidad del 33% para el ámbito laboral. Se trataba de una situación que era considerada un perjuicio para miles de ciudadanos en España.
Asimilación de la discapacidad del 33% con limitaciones
La pensión de incapacidad permanente total es un tipo de pensión contributiva que inhabilita al trabajador para desarrollar su profesión habitual. Sin embargo, esta pensión de invalidez es compatible con otras actividades laborales que no entren en conflicto con el grado de invalidez reconocido.
Así, se asimila una incapacidad permanente total con un grado de discapacidad del 33% en el ámbito laboral. Esto quiere decir que las personas que cobran una incapacidad total pueden acceder a las diferentes ofertas de empleo público y empleo privado que se dirigen de manera específica a las personas con discapacidad en España.
Por contra, simplemente con esta asimilación, los beneficiarios de una incapacidad permanente total no podrán acceder a los beneficios fiscales y sociales para personas con discapacidad igual o superior al 33%. Estos beneficios fiscales y sociales se aplican por parte del Gobierno de España y/o las CCAA.
Para acceder a dichos beneficios, las personas con incapacidad total deberían obtener el reconocimiento de un grado de discapacidad igual o superior al 33% a través de los servicios públicos de su Comunidad Autónoma.