Recientemente dejamos claro las diferencias entre la base de cotización y la base reguladora, ya que ambos aspectos no son iguales, aunque pudieran parecerlo. Sin embargo, un factor determinante para la base de cotización es el salario del trabajador, y consecuentemente también afecta en la base reguladora.
Concretamente, las bases de cotización son esenciales para determinar las cuantías de diferentes prestaciones de la Seguridad Social a las que puede acceder un trabajador por diversas causas. En este sentido, las bases de cotización de los trabajadores por cuenta ajena se determinan en función de la remuneración total.
Cómo se calcula la base de cotización
La base de cotización se calcula de forma mensual en base al salario percibido por el trabajador en ese mes concretamente. Si bien, también se puede calcular prorrateando las cantidades recibidas por periodos superiores al año, como las pagas extra.
Como salario se incluye todo lo percibido en metálico, vales y cheques. Y por tanto también se incluye como base de cotización mensual.
Además, también existen una serie de reglas especiales destinadas a la valoración de servicios educativos, préstamos, vivienda y vehículo. Por su parte, la valoración del vehículo y vivienda se lleva a cabo en función de las normas fiscales que regula la Ley 35/2006.
En cuanto a los préstamos, estos se valoran en la base de cotización en función con la diferencia entre interés pagado e interés legal del dinero correspondiente al respectivo ejercicio económico.
Elementos fuera de la base de cotización
Además, también es necesario conocer que existen una serie de elementos denominados ‘extrasalariales’, los cuales no se incluyen para calcular la base de cotización. Entre ellos destacan los siguientes:
1. Gastos como consecuencia de la actividad laboral: En este apartado englobamos los gastos de manutención, estancia en restaurantes, hoteles y otros establecimientos y municipios diferentes al ligar del trabajo.
Según informan desde la Fundación BBVA, los gastos de manutención tienen un límite exento de cotización en gastos de manutención con cierta topes entre 53,34/91,35 € al día y pernocta: 26,67 /48,08 € al día (según territorio español o extranjero).
Por otra parte, mediante facturas de medio de transporte públicos se pueden acreditar los gastos de locomoción exentos de cotización.
2. Indemnizaciones legales: En este grupo encontramos indemnizaciones legales referentes a traslados, fallecimientos, suspensiones, despidos y ceses. Si bien, el exceso es prorrateado en las bases de cotización
3. Asignaciones destinadas a gastos de estudios del trabajador.
4. Prestaciones de la Seguridad Social y mejoras por IT.
5. Hora extraordinaria, la cual solo se computa a efectos de enfermedad profesional, accidente de trabajo y enfermedad común para relaciones especiales.
6. Importes que no tienen su origen en el empresario, como propinas. O detalles del empresario como puede ser una cesta de navidad.
Cómo influye el salario en la base reguladora
La base reguladora surge de la base de cotización del trabajador. Así, en cada caso concreto, la norma establece cuanta o cuantas bases de cotización son necesarias para obtener la base reguladora de una prestación.
Por lo tanto, la base reguladora es una fórmula por la cual podemos conocer el importe exacto de una prestación en concreta, al que tiene derecho la persona beneficiaria de la misma.
Es decir, existe una relación directa entre el salario, la base de cotización y la base reguladora. Por el salario se obtienen las diferentes bases de cotización y en base a ellas es posible conocer la base reguladora.
Dependiendo de la prestación, para determinar la base reguladora se tendrán en cuenta unas bases de cotizaciones concretas. Por ejemplo, para una pensión de incapacidad permanente por accidente trabajo corresponde analizar las bases de cotización por riesgos profesionales.
Si hablamos de una prestación por desempleo, será necesario tener en cuenta las bases de cotización por desempleo. O bien, si se trata de una pensión de jubilación, habrá que valorar las bases de cotización por riesgos comunes.