Un suceso denunciable y deleznable. El 11 de diciembre de 2018, una persona con discapacidad del 88%, físico-sensitiva, tuvo un percance en el aeropuerto de Lanzarote-César Manrique.
El usuario se encontraba en el lavabo habilitado para personas con discapacidad cuando sufrió una fractura de un hueso. En un primer momento se encargo de dar las correspondientes explicaciones a AENA.
Fue entonces cuando AENA transmitió su malestar por la situación, explicando que había sido culpa suya debido a la falta de mantenimiento en las barras de sujeción del WC.
Ahora, casi tres años después y a tan solo cinco días del juicio, la compañía de seguros Allianz dice que «se siente» todo lo que dijo AENA al respecto. Según informa Fundación Disgrup en una nota, lo que dijo AENA ya no vale y «nosotros no nos creemos nada».
Una situación que vuelve a mostrar de nuevo un claro abuso sobre una persona con discapacidad. Por ello, desde la propia fundación han asegurado que «no va escatimar en medios para que se aclare esta situación, y no se vuelvan a repetir abusos sobre una persona con discapacidad por su falta de defensión por su condición».
A todo esto, la persona con discapacidad perjudicada queda atónito ante la postura de la empresa que antes si asumía la culpa y ahora no. «Si no fuera una persona con discapacidad, no abusarían de mi así».