Cada año que pasa surge siempre el mismo tema a la hora del reparto de las pensiones: ¿Es sostenible el sistema? En España, el sistema está bastante debilitado, pues las altas pensiones que se están pagando, el aumento de la esperanza de vida, y por último, la crisis sanitaria producida por la pandemia, ha terminado de asestar un duro golpe a la economía española, que podría repercutir en cierta manera al futuro de las pensiones.
Por ello, en este artículo vamos a desglosar como funciona el sistema de pensiones públicas en España, que descansa sobre 5 principios básicos:
- Reparto: Las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones existentes en ese momento.
- Principio de proporcionalidad contributiva: La cuantía de las prestaciones guarda relación directa con las cantidades aportadas al sistema público y al periodo de cotizaciones efectuadas.
- Universalidad: Quienes no hayan contribuido al sistema podrán acceder al nivel no contributivo de prestaciones para poder cubrir las necesidades más básicas.
- Gestión pública: El sistema de pensiones está gestionado y financiado por entidades públicas.
- Suficiencia de prestaciones: La cuantía debe ser suficiente para asegurar las necesidades protegidas.
El organismo encargado de gestionar el sistema de pensiones es la Seguridad Social. Este ente público, además, se dedica a la asistencia de los trabajadores que hayan perdido su empleo o causen baja por enfermedad o discapacidad.
Esto viene siendo conocido como ‘solidaridad intergeneracional’, pues las prestaciones no nutren a cada individuo, sino que va destinada para los jubilados actuales. Esto es totalmente diferente en otros países, donde cada trabajador cotiza y aporta dinero para su plan de pensiones privado e individual.
¿Cómo se sostiene el sistema de pensiones?
La pieza clave para que el sistema de pensiones sea sostenible, es necesario que haya más trabajadores en activo que pensionistas. Actualmente, en España, hay 2,2 trabajadores por cada pensionista. Esto quiere decir que cada prestación está sostenida por la contribución de dos trabajadores.
Por el momento, esto no supone problema para el presente, sin embargo, son muchos los estudios que consideran que de cara al futuro el número de jubilados aumentará considerablemente, mientras que la población activa disminuirá, haciendo imposible el sistema actual.
Pese a esta afirmación, esto no quiere decir que no vayamos a recibir la jubilación cuando nos toque, sino que ahora le toca a la administración pensar un nuevo modelo que sea eficiente y sostenible en los tiempos que vivimos. No hay que olvidar que este sistema de pensiones estaba pensado para sociedades industriales con una esperanza de vida de no más de 70 años. En España, la esperanza de vida ahora es de 84 años y debemos tener en cuenta que hay menos trabajadores debido a la revolución tecnológica, por lo que un cambio de sistema podría estar más próximo de lo que pensamos.
Un cambio en las pensiones que ya está en marcha
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha confirmado que el Pacto de Toledo «está a punto de llegar a un acuerdo» para despejar las dudas sobre el futuro de las pensiones. Esto no quiere decir que las pensiones vayan a dar una subida indiscriminada, ya que debido a la crisis producida por el Covid-19 los precios se mantendrán y las pensiones podrán mantener su poder adquisitivo.
En este sentido, el Gobierno apunta que en las últimas semanas se estaba estudiando la forma de frenar la revalorización de las pensiones ante la incertidumbre económica. Estas dudas nacen principalmente por la posibilidad de que la recuperación sea mucho más lenta de lo esperado.
Escrivá ha querido despejar algunas dudas y ha señalado en la sesión de control al Gobierno en el Congreso que el acuerdo está próximo. Asimismo, ha subrayado que el Gobierno tiene en la cabeza integrar el plan de pensiones no contributivas en el esquema del Ingreso Mínimo Vital.
Pacto de Toledo como mecanismo más adecuado para las pensiones
Además, ha explicado que pretende definir mejor las pensiones no desde el punto de vista del individuo, sino desde el hogar en el que se encuentra. Por ello, ha destacado que la redistribución de las pensiones es en la línea en la que hay que seguir avanzando. “Hay distintas vías para hacerlo, pero creo que el Pacto de Toledo es de los mecanismos más adecuados para avanzar en este terreno”, ha añadido Escrivá.