Al solicitar el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, es imprescindible que la parte solicitante presente al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) una serie de documentos que recojan las secuelas y limitaciones del trabajador para realizar una actividad laboral.
Así, los informes médicos son claves para obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente. Dichos informes deben justificar que el trabajador necesita una incapacidad permanente, debido a determinadas secuelas y limitaciones causadas por ciertas patologías.
Errores de los informes para la incapacidad permanente
Con todo ello, los expertos de ‘Fidelitis’ destacan la existencia de algunos errores comunes en los informes médicos que se presentan al INSS para conseguir una pensión de incapacidad permanente. En concreto, resaltan dos errores que desarrollaremos a continuación:
- Falta de información sobre los efectos en la capacidad para trabajar del solicitante.
- Falta de actualización de los informes médicos.
En primer lugar, los profesionales de ‘Fidelitis’ argumentan que «los errores más comunes que nos encontramos son la falta de información sobre las secuelas y limitaciones que las patologías del usuario producen en su capacidad para trabajar. Obviamente, los informes médicos están diseñados para el seguimiento clínico del paciente».
Es decir, muchos informes médicos recogen aspectos técnicos sobre la situación clínica del paciente, para que los propios médicos puedan llevar un seguimiento sobre su situación.
Sin embargo, estos informes médicos no establecen los efectos que puede tener la situación clínica del paciente en su capacidad para trabajar. Y es que este hecho es, precisamente, la clave para obtener una pensión de incapacidad permanente.
Hay que recordar que la pensión de incapacidad permanente tiene la finalidad de proteger económicamente a un trabajador para paliar la pérdida de ingresos que sufre a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.
Al respecto, desde ‘Fidelitis’ añaden que «ni siquiera los médicos tienen la formación adecuada para recoger en un informe médico los aspectos jurídicos que va a necesitar el usuario para solicitar una incapacidad permanente».
Necesidad de actualizar los informes
En segundo lugar, desde ‘Fidelitis’ exponen que «otro problema de los informes es que sean antiguos. No podemos presentar una solicitud de incapacidad permanente con informes de hace más de dos años. Al final no estamos cualificando las capacidades reales o secuelas y limitaciones que puede tener el trabajador en la actualidad».
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Para presentar una solicitud de incapacidad permanente, es recomendable presentar el mayor número de informes médicos posibles. Si bien, es fundamental que dichos informes médicos estén actualizados, para que recojan la situación real del trabajador en base a una serie de secuelas y limitaciones.
Igualmente, también es clave que los informes médicos hagan hincapié en las posibles consecuencias que pueden tener las secuelas y limitaciones causadas por determinadas patologías en la capacidad laboral del usuario.
Por lo tanto, desde ‘Fidelitis’ concluyen que «en la medida de lo posible, debemos tratar que nuestros informes recojan las secuelas y limitaciones que las patologías provocan en el trabajador. Y, además, los informes deben estar actualizados».
Los profesionales de ‘Fidelitis’ insisten, una vez más, en la importancia de contar con un abogado especialista en la materia desde el inicio de la solicitud de incapacidad permanente, por la vía administrativa. Es decir, no es necesario esperar a tener que acudir a la vía judicial para contar con el asesoramiento de un profesional.