La alimentación sana y el cumplimiento de una dieta puede ayudarnos a equilibrar los valores de nuestra presión sanguínea.
Entendemos presión sanguínea como la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes arteriales, cada vez mayor si no cuidamos nuestro estilo de vida.
La tensión arterial llama a la puerta cuando menos lo esperas, y la única forma de despedirse de ella es tratar de colaborar en la prevención de enfermedades con una vida sana.
Ello comprende la realización de ejercicio físico, y también el fomento del descanso, ambos pilares igual de decisivos en la construcción de unos hábitos que respeten a nuestro organismo.
Una dieta sana
Por eso resulta necesario elaborar una dieta rica en la calidad de sus productos frescos, porque somos lo que comemos y si queremos estar sanos, debemos comer sano.
- A continuación, vamos a dejarte una idea de dieta que podrías adoptar siempre que te comprometas a cumplirla con disciplina.
- No es cuestión de tener un régimen autoritario en el que no podrás disfrutar de los grandes placeres del buen comer. Nada de eso.
- Pero sí es cierto que quien algo quiere, algo le cuesta, y si queremos favorecer nuestra circulación sanguínea, hemos de ser responsables en cuidarla al máximo.
- Como bien habrás podido imaginar, hay alimentos que tienen algunas propiedades que ayudan a reducir los niveles de presión en la sangre.
- Por el contrario, si tendemos a irnos al lado oscuro de los alimentos, consumiendo más azúcar de lo normal, tomando alimentos ultraprocesados y otro tipo, lograremos que la tensión se dispare.
Lori Mosca, directora de Cardiología Preventiva del Hospital presbiteriano de Nueva York, comenta la importancia que tiene el sodio a la hora de cuidarnos.
«El sodio adicional en el torrente sanguíneo puede llevar agua a los vasos sanguíneos, lo que aumenta el volumen total de sangre dentro de estos y hace que aumente la presión arterial», subraya.
Ideas para comer
Así las cosas, debemos ser capaces de mantener una dieta verdaderamente rica y equilibrada en nutrientes, que no deben obviar el potasio, el calcio y el magnesio.
El potasio permite que controlemos al máximo la presión arterial, porque de alguna forma se minimizan las consecuencias del sodio en nuestro organismo.
Para que te hagas una idea, hay alimentos que cumplen a la perfección esas tres sustancias tan ventajosas para nuestro cuerpo.
Es el caso de las verduras de hojas verdes como la col rizadas o las espinacas. Las frutas como los plátanos, las sandías o los albaricoques.
Podemos añadir las semillas, frutos secos y legumbres, que igualmente ayudarán a nuestra flora intestinal.
Los aguacates y el tofu son otra forma de entender el magnesio. El yogur es otro gran fichaje para nuestra dieta siempre bajo en grasa.
Añade batata si es de tu preferencia, y no dudes en añadir pescados grasos como el salmón o la caballa gracias a su alto contenido de ácidos grasos omega-3.