El jamón serrano también conocido como jamón de pata blanca, es el que se obtiene de la pata de un cerdo que no es ibérico, pero que pasa igualmente por un proceso de curación en un clima de sierra, es decir, frío y seco, durante entre 7 y 16 meses. Para distinguirlo, una buena característica es fijarte en el color claro de la piel, la pezuña y la carne más rosada que el de raza ibérica. Por lo general, es además más barato que el resto de tipos de este productos que existen.
Y es que no es el único. Según el portal web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, «El jamón es el nombre genérico del embutido, de muy antigua tradición elaboradora, obtenido de las patas traseras del cerdo, salado en crudo y curado de forma natural«. Además, distingue entre los dos tipos de jamón que existen en España. Tal y como hemos avanzado, por una parte está el jamón ibérico, que a su vez se divide en tres clasificaciones en base a la alimentación del cerdo antes de sacrificarlo: de recebo, de cebo y de bellota, y el jamón serrano.
¿Cuánto jamón serrano es recomendable para una persona con colesterol?
¿Pueden las personas con colesterol comer jamón serrano? ¿Con qué frecuencia es recomendable? Es un hecho, que las personas que tienen el colesterol conocido como ‘malo’, alto, deben seguir una alimentación cuidada para intentar reducirlo. Es por ello, que se recomienda dejar de consumir algunos productos como comida precocinada, bebidas y alimentos azucarados, o alimentos con grasas trans. Por otra parte, se deben dejar el alcohol y el tabaco, y cambiar los hábitos de vida adquiriendo rutinas menos sedentarias.
Sin embargo, hay productos que por su procedencia, siempre generan dudas en cuanto a si son saludables o no lo son. Cabe señalar, que en una persona sin ningún tipo de patología, las restricciones no deben darse. Pues lo ideal, es tener una dieta variada y equilibrada. Sin embargo, si tienes el colesterol alto, esto debes cuidarlo bastante más. Es por ello, que debes conocer qué alimentos te convienen y cuáles no, e informarte sobre aquellos que generan dudas como es el caso del jamón serrano.
El jamón serrano es un alimento que contiene ácido grasos, como el ácido oleico, de igual modo que lo tiene el aceite de oliva. Es por ello, que surge la duda de si es un alimento apto para las personas con colesterol, o por el contrario, deberían eliminarlo de su dieta. Y es que el apelativo «grasos» en un ingrediente, siempre crea cierto rechazo en base a un miedo por la relación directa por la mala fama de la grasa, que además, suele incluirse siempre en un mismo cupo, cuando no lo es.
Mejora el colesterol con este alimento
Al contrario de lo que puedas imaginar, los ácidos grasos del jamón serrano pueden ayudar a mejorar esta dolencia, reduciendo los niveles de colesterol. Concretamente, bajando el considerado colesterol malo (LDL) y mejorando el bueno (HDL).
Es más, el jamón serrano es un superalimento para este tipo de problemas. Pues se trata de uno de los ingredientes con mayor equilibrio en grasas. Esto es gracias a que la mitad de ellas no son saturadas, por lo que están formado en su mayor proporción por ácidos grasos como el ácido oleico, el cual cuenta con unos valores fundamentales para regular el colesterol. Por si esto fuera poco, cuenta con vitamina B2, cuidando así la salud cardiovascular.
Así que ya lo sabes, si eres de los que sufres de colesterol, no te agobies. Podrás seguir disfrutando del jamón serrano como más te guste: En Tostadas, en revueltos, en tortilla o con una sopa. Disfruta de esta delicia para tu paladar, porque además, estarás cuidando de tu salud, y este tándem es lo más importante.