Son muchas las ocasiones en las que al recibir la factura del gas, no hay nada que nos quede claro. En ella vienen los datos personales del titular, el dinero que se debe pagar a la empresa, pero a partir de ahí, el cómputo general de gráficas, números y tecnicismos, se nos escapan sin terminar de entender todo lo que conlleva.
Y es que las facturas, vienen de forma distinta dependiendo de cuál es la empresa comercializadora del servicio. Es cierto que estas informaciones están reguladas por normativa, sin embargo, no existe un acuerdo sobre cómo mostrarlas. Por este motivo, la OCU ha tomado cartas en el asunto para ayudarnos a interpretarlas.
En base a la guía elaborada por la OCU, lo primero que tienes que averiguar es si estás en el mercado libre o en el mercado regulado. Para ello, debes estar atento al nombre de la comercializadora en la factura. Si aparece Comercializadora Regulada Gas&Power, Curenergía, Baser o Energía XXI, estás en el mercado regulado. Pues estas cuatro empresas, son las únicas que ofrecen la TUR.
Por el contrario, si no aparece en la factura ninguna de las empresas anteriormente citadas, es que estás en con una comercializadora de mercado libre. En este caso, las condiciones están de acuerdo con lo firmado en el contrato. Hay que estar atentos a las facturas, porque en ocasiones, realizan los avisos de cambios de condiciones a través de ellas.
La OCU lanza una guía para interpretar la factura del gas
A pesar de que no existe un acuerdo sobre cómo deben mostrarse las facturas y esto depende de la empresa comercializadora, sí hay una normativa que establece cuál debe ser el contenido mínimo incluido en la factura de gas. Esto significa, que hay varios elementos e informaciones obligatorias que, con ligeras variantes, debes encontrar en las facturas. Dichos apartados obligatorios son:
Los datos básicos de una factura
Lo primero que debe aparecer al inicio de la factura, es la identificación del titular y la dirección del suministro. A continuación, suele encontrarse el periodo de facturación que contempla dicho documento. Lo normal es que esta periodicidad esté relacionada con la lectura del contador de gas. Sin embargo, no hay nada que impida que una comercializadora del mercado libre tenga una factura mensual.
Otro elemento identificable y que suele ser el siguiente, es el número de factura. Este puede ser importante en caso de que necesites plantear una reclamación por una factura en concreto. En cuarto lugar, debe venir la fecha de emisión y de cargo, donde puedes conocer cuándo la compañía te efectuará el cargo en el banco.
El siguiente elemento que nos encontramos es la identificación del punto de suministro o CUPS. Este funciona como un DNI de la instalación del gas. Se trata de un número largo que comienza por ‘ES’ y cuyas cuatro primeras cifras sirven para saber cuál es la distribuidora. En relación a este elemento, hay otras informaciones importantes como:
- La empresa distribuidora. Responsable de toda la infraestructura que lleva el gas a la vivienda.
- Peaje de acceso a la red ATR.
- Presión del suministro.
Consumo histórico
El consumo histórico tiene la función de informar sobre el consumo que la vivienda ha hecho durante los últimos años para permitir el acompañamiento de la evolución. Lo habitual, es que este venga expresado mediante una gráfica. Tras ello, deben aparecer los detalles del consumo. Esto es, la parte de la factura que informa sobre lo que has gastado en el periodo.
Energía facturada
Este es el concepto clave en una factura, pues es, el precio que te van a cobrar por cada kWh. Para calcular el importe por la energía consumida, se factura el consumo medido en kWh, una vez aplicado el factor de conversión, multiplicado por el precio de cada kWh. Es fundamental fijarse en el valor del kWh aplicado y, caso haya algún cambio de tarifas en el periodo, debe detallar el cálculo realizado.
Además, hay que tener en cuenta el impuesto de hidrocarburos, que se aplica sobre cada uno de los kWh consumidos en el periodo, con un coste de 0,00234 euros/kWh. Y por último, el alquiler del contador que está regulado por 0,58 euros al mes.