Muchas personas han visto en la dieta cetogénica o Keto la salida perfecta para lograr perder esos kilos de más que tanto les incomodan. Pero, ¿qué ocurre cuando queremos dejarla y no sufrir el llamado ‘efecto rebote’?. Este tipo de dieta se basa en consumir una gran cantidad de grasas saludables, que serán la fuente de energía principal de nuestro organismo. En este caso, también vamos a evitar los hidratos de carbono y a medir los niveles de proteínas que ingerimos.
Para llevar a cabo la dieta cetogénica o Keto, lo mejor es contar con un profesional que nos guíe hacia nuestro camino de manera exitosa. Pero si la hemos decidido hacer por nuestra cuenta, y hemos conseguido perder todo lo que queríamos, seguramente ahora ha llegado el momento de dejarla y no sabemos cómo. Pues normalmente siempre tendemos a volver a coger esos kilos que nos ha costado tanto eliminar.
Para ello, en este artículo vamos a explicarte cómo debes ir dejando la dieta cetogénica o Keto de manera que tu organismo se mantenga y no comiences a ganar peso de forma repentina. Lo más importante es seguir haciendo ejercicio y seguir llevando un ritmo de vida activo. Aunque hay otras acciones que también puedes hacer para evitar volver al punto de partida.
¿Qué hay que hacer para no volver a ganar peso tras la dieta cetogénica?
En primer lugar, debes tener en cuenta que como en cualquier otro tipo de dieta, lo más importante para perder peso es tener un déficit calórico que nos permita gastar más energía de la que consumimos. En este sentido, si te has llevado mucho tiempo realizando por ejemplo la dieta cetogénica, tu cuerpo habrá experimentado ciertos cambios que se producen en su interior para compensar este déficit calórico que le estás produciendo.
De esta manera, nuestro cuerpo comienza a activar ciertos mecanismos para alertar de esa falta de energía. Por ejemplo, puede aumentar en gran medida nuestro apetito. Y esta es una de las cosas más difíciles de controlar cuando dejamos la dieta, y lo que realmente a la mayoría de las personas las hace tener ‘efecto rebote’. Al necesitar más cantidad de energía, tu organismo va a pedir comida. Lo que se traduce en una sensación de hambre difícil de controlar.
Además, lo más normal es que comencemos a ganar más cantidad de grasas y no tanto de masa muscular. Así, hay ciertas formas para controlar este exceso de apetito una vez has decidido dejar de hacer dieta y solo controlar tu alimentación.
- Aumentar la ingesta de calorías durante un corto período de tiempo, puede ayudar a que evites ese aumento de peso a la larga. Y es que si durante una o dos semanas le das a tu cuerpo la cantidad de calorías que requiere, podrás revertir muy satisfactoriamente los efectos negativos que produce un déficit calórico prolongado en el tiempo.
- Ten una alta ingesta de proteínas. Esto hará que tu cuerpo tenga la suficiente energía para hacer la digestión, por lo tanto es lo que mayor saciedad te va a proporcionar. Además, las proteínas son el macronutriente que más impacto positivo tiene en tu composición corporal. Por lo que es una buena alternativa para eliminar esa sensación de hambre continua.
- Come mucha cantidad de fibra. Ya que al igual que las proteínas, esto va a ayudar a aumentar la sensación de saciedad y disminuir el apetito. Además, comer mucha fibra también ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, así como reducir los niveles de colesterol. Por lo tanto, es una buena alternativa al consumo excesivo de alimentos con un gran aporte calórico.