Conseguir mejorar nuestra productividad es una de nuestras mayores preocupaciones. A menudo pensamos que cuantas más horas estemos trabajando, más productivos hemos sido, cuando esto no es del todo cierto. Terminar de trabajar cuando ya ha caído el sol no significa que hayamos tenido un día productivo. Mejorar la productividad no tiene nada en común con invertir muchas horas, sino con crear hábitos que nos permitan trabajar menos horas y obtener una gran rentabilidad. Pero, ¿qué hábitos hay que seguir para ser productivos? ¿Cómo es posible incorporar esos hábitos en nuestra vida diaria?
A continuación te hablamos de varios hábitos imprescindibles para mejorar la productividad según los expertos. Aplícalos en tu día a día y notarás la diferencia. Además, recuerda que para que una acción se convierta en un hábito se necesitan un mínimo de 21 días.
Define tus objetivos, uno de los hábitos más recomendables
Definir tus objetivos a corto, medio y largo plazo te ayudará a poner el foco en lo que realmente te importa. Esta práctica es quizá la más usada por las personas más productivas. Pero, ¿cómo definir los objetivos?
- Objetivos a corto plazo: aquí tendrás que anotar los objetivos que quieres conseguir en esa misma semana e incluso en el mismo día.
- Objetivos a medio plazo: los objetivos a medio plazo son los que te propones desde este instante hasta dentro de unos meses. Pueden ser cuatro meses, seis meses e incluso diez meses.
- Objetivos a largo plazo: estos objetivos suelen ser los más difíciles de conseguir. Normalmente se revisan cada dos años, como mínimo, pero el plazo dependerá de ti.
Cambia tu desorden por orden para mejorar tu productividad
El primer hábito que debes adquirir es el del orden. Una persona desordenada y caótica casi nunca tiene éxito. Según Ramón Cabezas, el presidente de la consultoría de negocios especializada en Eficiencia de Procesos y Digitalización KAPS, «el orden empieza por lo físico, por nuestro escritorio, por el entorno inmediato». Así que si tienes tu mesa desordenada, tu habitación revuelta o tu cocina sin ningún tipo de orden, ha llegado el momento de cambiarlo para conseguir crear hábitos que aumenten la productividad.
Ajústate a un plan, no improvises
Improvisar no es demasiado recomendable cuando quieres ser productivo. Permitir que se acumulen imprevistos puede arruinarte el día e incluso la semana ya que interferirán en los objetivos que tienes programados.
«El gran enemigo de la planificación es caer en la trampa de decir que sí a las peticiones de cualquiera», comenta Ramón Cabezas. «Pasamos de estar centrados en nuestro plan a estar dispersos en los planes de los demás».
Descansa y añade el ‘niksen’ en tus hábitos
A pesar de que pueda parecer contradictorio, para mejorar la productividad es imprescindible tener el hábito de no hacer nada. El ‘niksen’, que es el término noruego que se usa para ‘no hacer nada’, es completamente necesario para no agotar de forma inmediata todos tus recursos y quedarte sin fuerzas.
El hecho de no tener fuerzas para continuar con el proyecto desencadenará una pérdida progresiva de la productividad, así que descansar tiene estar en la lista de hábitos prioritarios.
Identifica tus horas productivas
No todos tenemos las mismas horas productivas. Es por eso por lo que es tan importante que averigües a qué hora del día eres más productivo. Aprovecha esas horas para hacer las tareas más complejas y que requieran una máxima concentración.