¿Te gustan las croquetas? ¿Y el jamón ibérico? Entonces no hay escapatoria de este artículo, porque entre la infinita lista de recetas sabrosas que podemos imaginar en España, hay una de ellas que se lleva la palma: las croquetas de jamón ibérico. Lo bueno de las croquetas es que podemos moldearlas y añadir lo que consideremos al gusto, por eso puede ser el mejor espacio posible en el que poder probar bocado gracias al sabor intenso del jamón ibérico. Tanto si las quieres para ti como si estás preparando una comida muy especial, las croquetas de jamón ibérico siempre son victoria asegurada.
Las hay de puchero, de bacalao, de la abuela, de setas o de cualquier otro ingrediente que imagines. Las croquetas son casi universales. Y es que a nadie se le ha escapado nunca esa sensación de estar quemándose por las altas temperaturas de una croqueta que ha sido cogida antes de tiempo y de forma impaciente. Juntar el arte de la croqueta con el jamón ibérico es lo que hacen muchas personas, con un resultado final que sólo de pensarlo se hace la boca agua.
¿Cómo se preparan las croquetas de jamón ibérico?
También llamada delicias, aunque todo el mundo en España sabe a lo que se refiere cuando se les llama croquetas, este plato tiene la suerte de representar tamaños de todo tipo. Porque bien que podemos preparar raciones grandes pero luego croquetas de un tamaño medio o menor. Acerca de los ingredientes que podemos necesitar, te dejamos aquí una lista de alimentos que te pueden convenir más o menos, con la presencia del jamón ibérico:
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 150 gramos de jamón ibérico
- Unos 25 gramos de harina
- 500 ml de leche
- Un huevo
- Pan rallado
- Pimienta
- Sal
Así se cocinan las famosas croquetas de jamón ibérico
Para cocinarlas deberemos echar medio litro de leche y calentarla a fuego lento. Luego deberemos ir dejando listos los taquitos de jamón ibérico previamente preparados para que vaya aportando su toque a la salsa. Cuando esté a punto de romper a hervir, se apaga antes de proseguir.
Metemos en la sartén ese poquito de aceite, y cuando esté caliente ponemos la harina. Colamos el jamón de la primera mezcla y lo desunimos, y luego vamos añadiendo la leche, que es la que nos indicará cómo conseguir la salsa. Debemos ir removiendo poco a poco para evitar grumos y construir una salsa que no quede demasiado espesa, pero ya es al gusto. Para finalizar, añadiremos los taquitos de jamón ibérico, un poco de sal y algo de pimienta para aumentar el sabor.