Kit Porritt, de nueve años, decidió dejarse crecer el pelo durante 18 meses en secreto y sufriendo las burlas en su colegio para donarlo a otros niños con cáncer.
La idea surgió después de ver un programa de televisión sobre niños con cáncer y de una conversación posterior con su madre, Ellen Widdup, de 39 años, en la que le contó que algunas personas se dejan crecer el pelo para hacer pelucas para los niños.
Esa conversación dio paso a que Kit decidiera poner en marcha una misión secreta para dejar crecer su cabello. Secreta, porque ni siquiera su madre sospechó sobre sus verdaderas intenciones, a pesar de que haberse negado a cortarse el pelo en unas cuantas ocasiones.
A lo largo de esos 18 meses, la larga cabellera rubia de Kit Porritt hizo que muchos pensaran que se trataba de una niña. Incluso una agencia de modelos se le acercó en busca de nuevos rostros femeninos. Pero, ni las burlas ni las confusiones minaron al pequeño.
Kit Porritt se mantuvo firme en todo momento y seguro de sus decisiones porque sabía que todo valdría la pena cuando finalmente revelara el verdadero motivo por el que lo estaba haciendo: donar su cabello a la Fundación The Little Princess Trust que, entre otras cosas, se dedica a fabricar pelucas para niños que han perdido el pelo por recibir tratamiento contra el cáncer.