Si tienes pensado poner tu casa en orden y llevar a cabo una limpieza de esas que quitan suciedad, bacterias y arrastran hasta con lo que puedas pensar que es imposible, hay un ingrediente que no te puede faltar: El bicarbonato. Y es que se ha convertido en el producto revelación de cualquier hogar por la multitud de usos que se le pueden aplicar. Para la ropa, el suelo, la grasa, la humedad, el baño, etc. A un problema del hogar que tengas, casi cien por cien, te da una solución.
Si no conocías el uso del bicarbonato para los quehaceres de la casa, no sabes lo que te estás perdiendo. Aunque a buen seguro, tienes algún tarro de este producto en casa. Y es que el bicarbonato se ha utilizado originariamente para poner remedios a dolencias estomacales. Sin embargo, con el paso de los años, su uso ha traspasado lo estrictamente medicinal, y ahora es un imprescindible de los trucos de limpieza y de los remedios estéticos caseros.
Pero vayamos al problema que nos ocupa en este artículo. Y es que a la hora de limpiar la casa, hay una zona del hogar que puede darnos algunos quebraderos de cabeza. Se trata del suelo. Bien porque se pisa continuamente, o porque a veces las condiciones que sufre hace que se manche de forma especial, es importante prestarle la atención que se merece. Pues de lo contrario, puede que coja un aspecto estropeado que sea, entonces sí, imposible de recuperar.
Uno de estos problemas que podemos tener con nuestro suelo, es que le salgan manchas de óxido. Este problema puede ocurrir tanto en suelos de exterior como de interior, pues el problema principal para que ocurra, es que haya mucha humedad en el lugar. La humedad es el resultado de la acumulación de vapor de agua en un lugar. Cuando este vapor choca con una superficie, puede crear manchas negras de moho, o según el material, oxidarlo y que igualmente se vea manchado.
Bicarbonato: El ingrediente infalible para quitar las manchas de óxido del suelo
SI tienes manchas de óxido en el suelo, prepara el bicarbonato porque es lo que necesitas. El óxido a parece en el suelo por un exceso de humedad. De no quitarse o limpiarse con regularidad, esto se puede convertir en un problema que además de manchas, estropee el material por la que esté conformada la superficie. Pero no solo eso, en ocasiones uno de los problemas es que si el material con el que está fabricado el suelo, es delicado, el producto más eficaz, puede estropearlo.
Es decir, puede que tengas que utilizar un producto fuerte para quitar la mancha de óxido, pero que este, sea demasiado para que lo aguante el material del que está fabricado el suelo. Entonces, ¿Cuál es la solución? Bicarbonato. Este tiene multitud de propiedades antisépticas, antibacterianas, exfoliantes y blanqueantes, que lo hacen perfecto para eliminar el óxido desde la raíz, y no estropear la superficie manchada. Es más, conseguirás además de un suelo limpio, un brillo como el del primer día.
El truco definitivo
Lo mejor de este truco es que no puede ser más fácil y económico. Y es que lo único que necesitas es bicarbonato y agua. Así que si tienes una superficie de suelo con manchas de óxido, apunta porque esto es lo único que tendrás que hacer para dejarlo como si fuese nuevo.
Coge el bicarbonato de sodio y espolvoréalo, especialmente, por las zonas más afectadas por el óxido. Déjalo actuar durante al menos 20 minutos mientras preparas la segunda parte del proceso. En este caso, prepara una mezcla con dos tazas de agua y cuatro cucharadas soperas generosas de bicarbonato. Cuando tengas una mezcla homogénea, debes utilizar esta como fórmula para pulir el óxido.
Así que el siguiente paso es que te hagas con un estropajo especial que no arañe, y vayas aplicando el producto y puliendo con este elemento. Es sencillo: Aplica producto, pule con el estropajo y retira con un paño limpio y húmedo. Repite el proceso las veces que sea necesario, pues ya verás que al final, el suelo te queda como el primer día.