Las prótesis dentales se hacen de forma que se parezcan lo máximo posible a nuestros dientes naturales, para que no haya cambios notables en nuestra apariencia o la mejoren. Pese a ello, es posible que nos parezca raro usarla, y esto nos pasará hasta que los músculos de las mejillas y la lengua aprendan a mantener la posición y te sientas cómodo al ponértelas y quitártelas.
Al principio, experimentarás alguna irritación en la boca, y un aumento en la producción de saliva, sin embargo, estos problemas van desapareciendo con el tiempo a medida que nuestra boca se adapta al uso de la prótesis.
La mayoría de dentistas aconsejan que usemos la prótesis nueva todo el tiempo (hasta para dormir) durante los primeros días. Esto nos resultará muy incómodo, pero es el modo más rápido para adaptarte e identificar las áreas que necesiten algún ajuste. Una vez hechas las adaptaciones necesarias y te sientas cómodo, deberás quitarte la prótesis antes de acostarte para darle descanso a tus encías y permitir que tu lengua y tu saliva hagan una labor de limpieza en tu boca.
Durante los primeros días, lo más normal es tener dificultad para pronunciar ciertas palabras. Para esto, la solución más fácil es practicar, pronunciando esas palabras en voz alta hasta que nos suenen bien. Para comer, es posible que necesites unas semanas de práctica antes de comer de forma plácida. Lo mejor es empezar con alimentos suaves cortados a trocitos y masticar lentamente hasta que te acostumbres a la prótesis. Eso sí, mucha precaución con los alimentos duros, pegajosos o muy calientes, y evita masticar chicle.
¿Cómo cuidar nuestra prótesis dental?
La prótesis dental pasará un tiempecito con nosotros, por lo que tenerla en buenas condiciones y limpia, es fundamental para la salud de nuestra boca. Por esta razón, enumeramos una serie de trucos y consejos para el cuidado de nuestra prótesis:
- La prótesis debe ajustarse cada cierto tiempo para que esté bien fijada. Una prótesis dental bien cuidada suele durar entre cinco y siete años.
- Son frágiles y pueden romperse si se caen en cualquier superficie dura. Por ello, cuando la manipules, hazlo sobre un paño suave, que las acolche y proteja si se nos resbala de las manos.
- En caso de que no puedas cepillar tu prótesis después de comer, enjuágate la boca con agua para eliminar cualquier partícula de alimento que haya quedado entre los dientes. Además de limpiar tu prótesis, es necesario que te cepilles las encías, la lengua y la parte interna de la boca con un cepillo suave dos veces al día. Así eliminas la placa y estimulas la circulación, lo que conserva sanas tus encías. Y también es bueno que te laves la boca a diario con un enjuague bucal o con agua tibia con sal.
- Revisa tu boca diariamente. En caso de que te moleste o te duela alguna parte de la boca, consulta al dentista. Esto es muy importante, sobre todo, si padeces diabetes.
- Usa la prótesis dental todos los días para asegurarte de que se adapta bien a tu boca. Con el tiempo, las encías y la mandíbula cambian y tienden a retroceder. Por lo tanto, su usas la prótesis diariamente, acabas con el problema.
- En caso de que llevemos un tiempo con ella y nos siga molestando, ve al dentista. Lo más normal es que necesite un ajuste, por lo que si se mueve cuando hablas, o se suelta cuando sonríes o toses, habla también con tu dentista para que te la ajuste apropiadamente.
- Cepilla tu prótesis dental después de cada comida para mantenerla limpia. Usa un cepillo y una pasta especialmente destinado para las prótesis para evitar sustancias abrasivas que puedan romperla.
- Cuando te vayas a acostar, dale un descanso a tus encías y retírate la prótesis. Para evitar que se golpee o se deforme cuando esté fuera de tu boca, métela en agua y agrega una pastilla desinfectante.