El uso fraudulento de las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR) es uno de los principales problemas con los que nos encontramos en la sociedad a la hora de usar estas tarjeta. Casos en los que se suplanta la identidad de otro familiar, que en algunas ocasiones llega a ocurrir con personas que ya llevan años fallecidos.
Es es el último caso que han vivido los policías locales de Palma, que se han dado cuenta de que un hombre estaba haciendo usando una tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida de una persona que ya había fallecido.
Usaba una tarjeta de aparcamiento PMR de una persona que había fallecido hace 13 años
El nuevo caso de uso fraudulento de tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR) se dio cuando Agentes de la Unidad Motorizada (UMOT) de la Policía Local de Palma ‘cazaron’ a un conductor utilizando la tarjeta de estacionamiento de discapacidad de una persona fallecida hace 13 años. Lo más grave de esta situación es que el equipo de la propia comisaria de policía había contactado con el infractor en repetidas ocasiones para solicitarle que devolviera el distintivo que le autorizaba a poder estacionar en zonas habilitadas y en ORA sin necesidad de pagar.
El infractor, que era un hombre, en todo momento trató de engañar a la Policía Local y a los funcionarios que le estaban reclamando la tarjeta alegando que hacía meses que la había perdido y que desconocía su paradero. Sin embargo, días atrás la propia policía localizó al vehículo y al citado conductor utilizando la tarjeta de discapacidad de su familiar fallecido y que, sorprendentemente, había logrado localizar. Tras reflejar todas estas incidencias en el correspondiente expediente de sanción, el interesado fue sancionado con una multa de 5.000 euros.
Nicolás Moragues, oficial de la Unidad Motorizada (UMOT), ha informado que los funcionarios policiales levantan una media de siete u ocho expedientes de sanción por semana por el mal uso, falsificación o duplicidad de las tarjetas. Es decir, ‘cazan’ a un conductor diario en la capital balear tratando de aparcar gratis o en lugares preferentes de forma fraudulenta. Esto ha llevado a que los propios agentes realicen controles permanentes de estas tarjetas y sancionan con dureza a los infractores. Han informado que todavía sigue activa campaña de forma permanente.