El jamón ibérico es sin duda uno de los productos estrella de la gastronomía española. Un alimento de lujo tan exquisito, que reservamos para ocasiones especiales. Y es que es posible deleitarlo con los cinco sentidos, siendo en el gusto, donde se culmina toda la experiencia. Pero además, al jamón se le puede sacar mucho más.
Se trata de una variedad de jamón distinguida entre las demás. Pues proviene del cerdo de raza ibérica característico de España y Portugal. Por tanto, son estos dos países los mayores productores de jamón ibérico del mundo. Un dato interesante, si se tiene en cuenta lo laureado que es y por tanto, a la cantidad de países del mundo que se exporta.
Y es que un buen plato de jamón ibérico es irrechazable. Con ese sabor intenso que se pega al paladar y permanece por toda la garganta, es el plato más esperado de todas las celebraciones. Pues en España, no hay evento importante que no se celebre con este manjar. Así pues, Navidad, bodas, bautizos y un largo etcétera donde este plato, es el rey.
Pero comer jamón ibérico es casi un ritual. Y es que no vale hacerlo de cualquier forma. Tan importante como que el producto sea bueno, es que esté cortado y servido siguiendo ciertas normas. En cuanto al corte, este debe ser en lonchas, fino casi transparente. La presentación, por su parte, debe ser bien extendido en el plato y a una temperatura ambiente de unos 20 grados.
TARTAR DE JAMÓN IBÉRICO: UN AUTÉNTICO MANJAR
Si el jamón ibérico es un producto sabroso y de buena calidad, cualquier receta que lo lleve como ingrediente, no puede más que ser un auténtico manjar. Más aún si es el ingrediente principal, como es el caso de este tartar de jamón ibérico que te descubrimos a continuación. Para prepararlo solo necesitarás:
- Jamón ibérico.
- Manteca de cerdo.
- Un huevo.
- Pepinillos en vinagre y alcaparras.
- Mostaza.
- Aceite, vinagre y sal.
Su elaboración es sencilla. En primer lugar, mezcla una cucharada de mostaza, con la manteca de cerdo, el vinagre y la sal. Remueve bien y guarda en la nevera. A continuación, pica bien en trozos muy pequeños el jamón ibérico, los pepinillos y las alcaparras, y mézclalos en un recipiente. Saca la anterior mezcla de la nevera y júntalo todo hasta conseguir una mezcla homogénea. Finalmente, añade un chorreón de aceite de oliva virgen extra y sal.
UNA DELICIA PARA EL PALADAR
Con esta receta tan sencilla, quedarás genial entre tus comensales. Un plato fresco, rápido de preparar, pero con todo el sabor. Para servirlo, no olvides tener a mano un molde donde montar el tartar de jamón ibérico. Añade la mezcla en su interior, aplasta bien para que quede firme y retira el molde. La presentación es parte de su encanto.
Antes de servirlo, añade la yema del huevo encima y preséntalo junto a unos panecillos tostados para que lo acompañen. Verás que no dejará indiferente a nadie que lo pruebe. Y es que cualquier receta con este ingrediente tan sabroso, es un acierto seguro.
No obstante, si tienes alguna cena especial, no olvides que el jamón ibérico además de un fundamental sobre el mantel, es un producto que une sensaciones. Pues el acierto radica en que no encontrarás muchas personas a quien no le guste disfrutar en cualquier momento de este manjar.