El Gobierno de España ha realizado una propuesta a los agentes sociales en relación a la compatibilidad del trabajo con la pensión contributiva de jubilación. Se trata de una propuesta llamativa que podría tener efecto en la jubilación futura de millones de ciudadanos.
En concreto, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha planteado un nuevo marco regulador que permita compatibilizar trabajo y pensión. Así, para cobrar el 100% de la pensión de jubilación, sería necesario un mínimo de cinco años en activo tras el cumplimiento de la edad de jubilación ordinaria correspondiente.
Actualmente, en 2024, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y seis meses para las personas con una cotización inferior a 38 años a la Seguridad Social. Por su parte, es de 65 años para las personas con una cotización igual o superior a 38 años.
Compatibilizar trabajo y pensión de jubilación
Consiste en una propuesta inicial de cara a la reforma de la jubilación activa en la que trabaja actualmente la Seguridad Social. Es decir, tiene como objetivo una compatibilidad completa de la pensión de jubilación y la actividad laboral por encima de la edad ordinaria de jubilación.
Así, el Gobierno de España mantiene la obligación de demorar en, al menos, un año la jubilación para compatibilizar el retiro con la pensión contributiva. Si bien, se eliminaría la incompatibilidad con el complemento de demora, así como la exigencia de contar con una carrera de cotización completa.
Desde la Seguridad Social se marcan como finalidad que los trabajadores cada vez retrasen más el momento de su jubilación o que sigan cotizando durante más años. Este hecho resulta clave para la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo. Así, desde el Ejecutivo Central se muestran contrarios a seguir subiendo la edad de jubilación ordinaria, más allá de lo previsto hasta el año 2027.
La medida que plantea la Seguridad Social consiste en retrasar la jubilación, generando el derecho a los incentivos de demora que aprobó el Gobierno en la última reforma de pensiones. De este modo, el porcentaje a sumar en la pensión irá subiendo de forma gradual en base al número de años que el ciudadano decida retrasar el momento de su retiro.
Con todo ello, desde la Seguridad Social tienen la idea de que tras un año de demora, la actividad laboral sea compatible con el 30% de la cuantía de la pensión contributiva de jubilación correspondiente. A partir de los dos años, sería compatible con el 40%; con tres años en un 50%; con una demora de 4 años, el 75%; y con cinco años o más, que los ingresos por trabajo sean compatibles con el 100% de la cuantía de la pensión de jubilación.
Beneficios por retrasar la jubilación
En la actualidad no existe la posibilidad de cobrar el 100% de la pensión de jubilación y realizar al mismo tiempo una actividad laboral por cuenta ajena. La reforma que plantea la Seguridad Social supondría un cambio drástico en relación a la compatibilidad del trabajo y la pensión contributiva de jubilación.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la normativa actual no permite al pensionista cobrar el complemento de demora por acceder a la modalidad de jubilación activa. Con la reforma que propone el Gobierno de España, sí que se podría percibir el complemento en la modalidad de jubilación activa, constituyendo un gran beneficio para miles de ciudadanos.
Actualmente, los ciudadanos que acceden a la jubilación demorada pueden elegir entre dos incentivos. Uno de ellos consiste en un porcentaje del 4% por cada año adicional cotizado por encima de la edad de jubilación. El otro complemento se basa en una cantidad a tanto alzado entre 5.000 y 12.000 euros al año por cada año cotizado de manera adicional tras cumplir la edad ordinaria. También se puede optar por un complemento mixto con los dos incentivos descritos.