La pensión de jubilación es la paga que se le asigna a una persona cuando consigue los requisitos para poder retirarse y dejar de trabajar. No se trata de un importe fijo, puesto que este depende fundamentalmente de dos factores: La edad con la que se retire la personas y los años que haya cotizado a la Seguridad Social. Por tanto, puede decirse que cada persona cobrará en función de lo que haya trabajado a lo largo de su vida, entendiendo por este ‘trabajar’, las actividades en las que ha estado dado de alta.
Sin embargo, en base a un plan establecido por el Gobierno Central, las premisas para la jubilación cambian año tras año. Esto es fruto de una estrategia para retrasar la edad de jubilación de una forma escalonada. Una muestra de ellos, es que en este mes de enero, ya rigen otros criterios de los que regían hace tan solo un mes. En este sentido, actualmente, para retirarse a los 65 hay que tener cotizados 38, de lo contrario, la edad legal de jubilación son los 66 años y seis meses.
Cabe señalar, que la pensión que se establezca a una persona es la que esta va a mantener el resto de su vida. Es decir, al dejar de trabajar, el beneficiario no tendrá más ingresos fruto de el trabajo de su vida, que los que aquí se establezcan. Entonces, ¿Qué pasa con aquellas personas que no tienen los requisitos suficientes para alcanzar una buena paga?
Existe una opción. Se trata de la jubilación demorada, una modalidad ideada para aquellos trabajadores a los que antes de dejar de trabajar, les interesa asegurarse una buena paga. Por este motivo, la Seguridad Social ofrece esta opción en la que una persona puede retrasar de forma voluntaria su edad de jubilación, a cambio de un extra económico de hasta 12.000 euros al año.
Jubilación demorada: La solución para aumentar la pensión
La jubilación demorada es por tanto, una opción que la Seguridad Social pone al alcance de los trabajadores que al calcular la pensión de jubilación que les corresponde al jubilarse en la edad ordinaria, se dan cuenta de que esta paga no les parece suficiente. Así pues, quien esté en esta situación, tiene la opción de seguir trabajando durante un tiempo a cambio de un incentivo extra que se sumará a la paga o se entregará al beneficiario una vez que decida retirarse.
Hasta el momento, el balance del Gobierno de España en cuanto a la jubilación demorada se refiere, tras la aprobación en 2022 de una parte de la conocida ‘reforma Escrivá’, es positivo. Y es que fueron dos los objetivos que el Ejecutivo se marcó para ofrecer la opción de que los trabajadores se retiraran a una edad más tardía. Por una parte, intentar acercar la edad media de jubilación a la edad legal establecida. Y de otro lado, con vistas a asegurar el sistema de pensiones que a futuro, puede verse seriamente perjudicado.
Cheques de hasta 12.000 euros al año
Ya sabemos que la jubilación demorada ofrece al trabajador la posibilidad de seguir trabajando, a cambio de un incentivo extra cuando pasado ese tiempo decida retirarse. Dicho incentivo, según el tiempo que prolongue su actividad profesional, puede llegar a ser de hasta 12.000 euros. Pero, ¿De qué modo puede percibir el trabajador este complemento? La Seguridad Social ofrece estas tres fórmulas:
- El trabajador puede elegir sumar a la pensión, una vez realizado el cálculo de la cuantía, un extra de un 4 por ciento por cada año adicional cotizado.
- En función de los años cotizados, el trabajador puede decidir que se le de la cantidad completa una vez se retire. Esta cuantía puede oscilar entre los 5.000 y los 12.000 euros.
- También existe una solución mixta. En decir, que le den al trabajador una parte a tanto alzado y la otra meses a mes.