Una nueva investigación ha arrojado una luz de esperanza para las personas con paraplejia. Un atisbo de esperanza que podría ser la cura para esta enfermedad. Un trabajo científico, que de ser cierto, se merece el Premio Nobel.
La paraplejia es el daño de la médula espinal en el que los tractos nerviosos se interrumpen. De esta manera los brazos o las piernas quedan completamente paralizados. Hasta el momento, esta enfermedad es irreversible, no tiene cura. Sin embargo, la investigación llevada a cabo en la Universidad del Ruhr, en Bochum (Alemania) parece una salvación.
En dicho proceso se ha conseguido que ratones parapléjicos vuelvan a andar tras inyectarse una sustancia. Se ha llegado a lograr un vínculo neural considerado hasta ahora irreparable en mamíferos mediante el uso de una proteína de diseño inyectada en el cerebro. Hyper-interleucina-6 o HIL-6 es el nombre que recibe esa poción mágica que ha hecho posible lo que se considera como un milagro para la paraplejia y la lesión medular.
Esa proteína es la que ha conseguido que los ratones parapléjicos hayan vuelto a caminar. Esta proteína no se produce en la naturaleza, sino que tiene que producirse mediante ingeniería genética, como ha citado la Universidad de Ruhr en un comunicado.
El fisiólogo y profesor Dietmar Fischer es una de las cara visible de este trabajo realizado en Alemania. El científico, junto a su equipo, ha demostrado en anteriores trabajo que la proteína HIL-6 puede estimular eficazmente la regeneración de las células nerviosas.
Experimento en ratones parapléjicos con resultado positivo
En la actualidad se está realizando un experimento con ratones parapléjicos y los resultados están siendo positivos. La investigación ha logrado que el cerebro de los animales produzca HIL-6 por sí mismo mediante una inyección.
Pero la cosa no queda ahí. La Hyper-interleucina-6 también se transporto a través de fibras nerviosas, para posteriormente estimular las células nerviosas dañadas, que son las que producen la paraplejia y que pueden reparar los tractos dañados en la médula espinal. Esto es algo que ya ha funcionado en los ratones parapléjicos en el laboratorio de Bochum.
El encargado de la investigación, Dietmar Fischer, ha señalado que el experimento se llevó a cabo con ratones que habían sido paralizados recientemente. Dos o tres semanas después, los animales lograron volver a caminar.
«Lo especial de nuestro estudio es que la proteína no solo se usa para estimular las células nerviosas que la producen, sino que también se transporta más allá», aseguraba el experto.
«Esto nos sorprendió mucho al principio, ya que nunca antes había tenido éxito después de una paraplejia completa», dice el profesor Fischer. Ahora, su equipo de trabajo está investigando hasta que punto este enfoque se puede combinar con otras medidas, con el objetivo de optimizar más la administración de HIL-6 y lograr mejoras funcionales adicionales.
«De esta manera, con una intervención relativamente pequeña, estimulamos una gran cantidad de nervios para que se regeneren y esa es, en última instancia, la razón por la que los ratones pueden volver a caminar», asegura el profesor.
¿Funciona en humanos?
Los investigadores se han marcado una nueva premisa. Esta consta de ver si se puede lograr un efecto positivo con esta terapia en ratones, incluso si las lesiones fueron hace varias semanas.
Sin embargo, como ha asegurado el doctor Fischer, el éxito de esta investigación sobre ratones no se puede transferir uno a uno a los humanos.
«También tenemos que ver si nuestro método funciona en mamíferos más grandes. Pensaríamos en cerdos, perros o primates, por ejemplo», dijo Fischer.
«Entonces, si funciona allí, tendríamos que asegurarnos de que la terapia también sea segura para los humanos. Pero eso ciertamente llevará muchos, muchos años», agregó. Una luz de esperanza para la paraplejia , aunque todavía queda saber si se podrá usar en humanos, para lo que todavía queda más estudios.