Rara es la persona que no usa WhatsApp en su día a día. De hecho, hay estudios que apuntan que casi el 98 por ciento de personas con teléfono móvil, tiene instalada esta aplicación. Unos datos que demuestran que la mayor parte de la población, sabe cómo usar este canal de comunicación. De hecho, la realidad es que han conseguido acostumbrarnos a utilizar este mecanismo de mensajería instantánea cuando queremos comunicarnos de inmediato con alguien.
Por este motivo, no es extraño que WhatsApp haya llegado a otros campos más allá del estrictamente personal. En el ámbito laboral, cada vez es más común necesitar realizar gestiones de trabajo con alguien con quien no comparte espacio. De hecho, tras la pandemia, el conocido como teletrabajo se extendió considerablemente convirtiéndose en una realidad que se ha mantenido.
Por este motivo, plataformas para hacer videollamadas en grupo, compartir documentos, y en definitiva, interactuar en tiempo real, han sido de vital importancia. Y como no podía ser de otro modo, ahí ha estado WhatsApp. Dicha aplicación, se ha ido adaptando perfectamente a las circunstancias. Para ello, no ha dejado de sumar novedades a la app que cubrieran las necesidades que la mayoría de las empresas reclamaban para utilizarla como medio principal.
¿Puede mi jefe obligarme a estar en un grupo de WhatsApp del trabajo?
Esta pregunta resulta en muchas ocasiones comprometida. En primer lugar, porque a la hora de la verdad, nos pone en un compromiso difícilmente eludible. Pero además, si tu jefe establece WhatsApp como una herramienta más de trabajo, ¿Cómo le vas a decir que no?. El problema de que te obliguen a estar en un grupo de trabajo va más allá de lo que te apetezca o no compartir ese espacio con tus compañeros aunque sea cierto que a veces, es agotador formar parte de tantos grupos.
Sin embargo, el verdadero problema es la falta de seguridad de WhatsApp a la hora de mantener tus datos personales a salvo. Esta circulación semiprivada de tu información, es la que puede hacer que seas reticente a formar parte del mismo. No debemos olvidar, que una vez nos incluyen en un grupo, todos los participantes podrán tener acceso a datos tan personales como el número de teléfono, la foto de perfil o el nombre disponible en el estado.
Por tanto, en empresas de considerable tamaño donde un grupo pueda estar formado por cientos de personas, esto puede resultar algo incómodo. Pues te obliga a exponerte ante personas que no son de tu plena confianza. Por este motivo, lo cierto es que para incluirte en un grupo de WhatsApp de trabajo, la empresa debería pedirte permiso. Por tanto, a priori no pueden obligarte a pertenecer a él sin permiso previo.
En resumen, la empresa debe contar con el consentimiento previo para incluir tus datos de carácter personal en grupos de WhatsApp, así como en aplicaciones de mensajería instantánea similares. Además, el uso de esos datos personales debe responder fielmente a las finalidades concretas para las cuales se obtuvieron y fue autorizado su tratamiento por sus titulares.