Para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación es obligatorio haber cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social. De lo contrario, el ciudadano no podrá percibir una pensión de estas características.
En concreto, para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación, es necesario haber cotizado a la Seguridad Social durante 15 años como mínimo. Además, dos de esos años deben haberse cotizado en los 15 años inmediatamente anteriores a la jubilación.
Por tanto, los años de cotización a la Seguridad Social son un elemento fundamental de cara a la jubilación de los ciudadanos. No solo influyen en la posibilidad de cobrar una pensión, sino en la cuantía a percibir por la misma.
PENSIÓN DE JUBILACIÓN CON 15 AÑOS COTIZADOS
Con sólo 15 años cotizados a la Seguridad Social, el ciudadano tendrá derecho a una pensión contributiva de jubilación del 50% de la base reguladora. En este caso, hablamos de una cuantía pequeña para la pensión.
Para calcular la base reguladora del trabajador es necesario dividir entre 350 la suma de los últimos 300 meses de cotización del trabajador. Es decir, se toma como referencia los últimos 25 años de cotización.
A partir del año 2026 entrará en vigor un nuevo modelo de cálculo de la base reguladora para la pensión de jubilación. Se trata de un modelo que tomará como referencia los últimos 29 años de cotización, descartando los dos peores. Si bien, este modelo se desplegará progresivamente hasta el año 2038.
Hay que tener en cuenta que el Gobierno de España establece cada año unas cuantías mínimas para las pensiones contributivas de jubilación. Normalmente, estas cuantías mínimas se perciben por aquellos ciudadanos que han cotizado el mínimo de 15 años a la Seguridad Social.
Así, para tener derecho a cobrar el 100% de la base reguladora en la pensión de jubilación, en 2023, la Seguridad Social exige una cotización de, al menos, 36 años y medio a la Seguridad Social. Este requisito se mantendrá igual en 2024.
MENOS DE 15 AÑOS COTIZADOS
Con menos de 15 años cotizados a la Seguridad Social, el ciudadano no tendrá derecho a percibir una pensión contributiva de jubilación. Sin embargo, para este tipo de personas, el sistema contempla la denominada pensión no contributiva de jubilación.
La gestión de la pensión no contributiva de jubilación recae en el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales). Está destinada a personas que no han cotizado lo suficiente, tienen más de 65 años y se encuentran en situación de vulnerabilidad. Se puede cobrar, incluso, sin haber cotizado nunca a la Seguridad Social.
Desde el IMSERSO señalan que «la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
Ofrece una protección económica mensual a las personas que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación. Eso sí, la cuantía a percibir por la pensión no contributiva es considerablemente inferior.
En 2023, el importe mensual de la pensión no contributiva de jubilación es de 484,61 euros al mes, lo que supone una cuantía de 6.784,54 euros al año. Así, el Gobierno de España ya ha confirmado que el 1 de enero de 2024 entrará en vigor una nueva subida de la cuantía de las pensiones no contributivas del IMSERSO.