La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene como misión trabajar en todo lo relativo al tráfico en España, con el objetivo siempre presente de que lo más importante es seguir avanzando en materia de seguridad. Es por ello, que cada año incorpora novedades para adaptarse a las nuevas necesidades, pero también, para probar si funciona mejor que los mecanismos existentes. Y es que en ocasiones, no se trata de cambiar la norma sino de mejorar y actualizar las herramientas vigentes.
Esto sucede en muchas ocasiones con las señales de tráfico. Por una parte, es habitual que la DGT haga nuevas incorporaciones en base a las nuevas necesidades, como pueden ser, la aparición de vehículos, pero también, es habitual que las señales que llevan décadas con nosotros se renueven. No se trata de cambiar su función, pero sí de cambiar el diseño, la forma e incluso los materiales de fabricación, para que sean más llamativas, legibles y visibles para el conductor.
Nada es suficiente por la seguridad
En materia de seguridad, uno de los objetivos de la DGT años tras año, es reducir los accidentes de tráfico. Para ello, hay ámbitos en los que debe incidir más. Por ejemplo, el exceso de velocidad sigue siendo la infracción más cometida por los conductores ya la vez, que más accidentes de tráfico provocan al año. Es por ello, que la entidad de tráfico incrementa cada año los dispositivos de control y los actualiza, para poder disuadir y multar a quien no cumple con la normativa establecida.
Pero la velocidad no es el único factor de riesgo. Otro de los problemas con el que se encuentran los conductores, es con las inclemencias meteorológicas. Situaciones que lógicamente, son imposibles de controlar, pero que sí necesitan de unas precauciones especiales que los conductores deben poner en práctica llegado el momento. Es por ello, que la DGT aconseja, en caso de lluvia, nieve, niebla, etc., conducir a una velocidad por debajo del máximo permitido, guardar distancia de seguridad y mantener la calma.
No obstante, estos consejos no siempre son suficientes. Pues en ocasiones, los conductores no conocen el riesgo de un tramo por culpa de alguna inclemencia meteorológica, hasta que no la sufren. Es el caso, por ejemplo, de las carreteras que suelen mantener placas de hielo, pero que a una determinada hora, puede no ser visible por el sol. En estos casos, la DGT debe informar mediante las señales de tráfico, que se pasa por una zona de nevadas regulares, lluvias torrenciales, etc.
Nueva señal de peligro de la DGT
Con objeto de aumentar la seguridad en determinados tramos, la DGT ha incluido este año una nueva señal, que ya incorporó en la actualización del Reglamento General de Circulación realizada en 2023. Se trata de la P-33, una señal que reemplaza a la tradicional señal de visibilidad reducida.
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT), han informado de que «esta nueva señal advierte a los conductores de que se acercan a una zona donde la circulación se ve dificultada por una pérdida de visibilidad por niebla, lluvia, nieve, humos, etc. La necesidad de cambio surge además, porque la antigua señal era muy parecida a la R-120 que indica Zona de Bajas Emisiones.
El diseño de la nueva señal de la DGT que indica que se llega a un tramo con visibilidad reducida, es un coche que parece dirigirse a una zona pintada con rayas horizontales de diferente longitud dando la sensación de falta de visibilidad o de que está entrando a un banco de niebla. De este modo, la entidad de tráfico deja claro que el conductor debe guardar una precaución especial al conducir por esa zona.