Un camping autraliano ha denegado el acceso a sus instalaciones a una familia por llevar con ellos a un perro guía que ejerce de asistente de tres niños autistas.
El labrador conocido como Hunter, no era la primera vez que iba de vacaciones con la familia y nunca había surgido ningún tipo de problemas. Sin embargo, la organización de este ha decidido negar la entrada al can porque «no se permiten mascotas en las instalaciones».
Esto indigno a la familia, ya que los tres pequeños –Zach, Mystique y Logan– necesitan de la compañía de Hunter. Los tres tienen diversos grados de autismo, además de otras enfermedades. Mystique tiene problemas de audición y Logan una lesión cerebral adquirida y epilepsia, según informa ABC.
Murriana Reese, madre de los pequeños, declara haber informado de la presencia del canino antes de realizar la reserva. Al llegar a la recepción del camping volvió a informar sobre ello, pero en esta ocasión le denegaron la entrada a Hunter.
La dirección del centro decidió no permitir la entrada al canino porque una de las normas del camping es que no se aceptaban mascotas. La familia entonces decidió enseñar el carnet sellado por el gobierno de la región del Sur de Australia que acredita al can como perro de servicio, pero no cambiaron de postura.
Tras una larga discusión, la familia amenazó a la dirección del camping con denunciar lo sucedido, lo que podría llevar a una sanción de 10.000 dólares australianos. Según informa a madre de los pequeños, desde el centro se mostraron tajantes, ya que respondieron que podrían «asumir la multa».
La impotencia de Murriana era la imposibilidad de poder realizar otras vacaciones, ya que había invertido 1.500 dólares australianos en reservar el camping.
Sin embargo, la organización del camping asegura que la documentación del perro estaba caducada y que, normalmente aceptan la entrada de este tipo de animales. Además, han informado que han devuelto íntegramente el importe de la reserva.