El reconocimiento de una incapacidad permanente absoluta implica la percepción de una pensión del 100% de la base reguladora del trabajador. Así, el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) considera que dicho trabajador se encuentra inhabilitado para el desarrollo de cualquier actividad laboral u oficio.
Si bien, aunque muchas personas crean lo contrario, la incapacidad permanente absoluta sí es compatible con la actividad laboral. Eso sí, el puesto de trabajo debe estar adaptado o tendrá que adaptarse a las limitaciones que originaron en el trabajador la pensión de invalidez absoluta.
La incapacidad permanente absoluta es uno de los grados de invalidez más elevados que se puede reconocer a un trabajador en España, solo por detrás de la pensión de Gran Invalidez.
PERDER LA INCAPACIDAD PERMANENTE ABSOLUTA
Al igual que todas las pensiones de incapacidad permanente, la incapacidad permanente absoluta siempre es susceptible de revisión por parte del INSS, hasta que la persona beneficiaria alcanza la edad de jubilación ordinaria.
Fruto de esta revisión, es posible perder el derecho a la pensión de incapacidad permanente o que el INSS considere rebajar el grado de invalidez reconocido inicialmente. Así, existen diferentes motivos por los que la Seguridad Social puede quitar la incapacidad permanente absoluta.
Desde ‘CampmanyAbogados’ explican que «una incapacidad permanente absoluta se puede perder, sobre todo, si la persona deja de estar limitada para desempeñar cualquier trabajo».
MOTIVOS PARA PERDER LA PENSIÓN
Con todo ello, la Seguridad Social tiene potestad para quitar la pensión de incapacidad permanente absoluta ante una serie de situaciones específicas. Estos son los motivos más comunes que contempla el INSS:
- En caso de que el INSS averigüe que la persona perceptora está desarrollando un nuevo trabajo no compatible con su pensión.
- Tener conocimientos de que la persona beneficiaria está llevando a cabo comportamientos no coherentes con las afecciones que se padecen. En esta situación, es necesario que el INSS cuente con una base sólida para justificar el hecho.
- Debido a un error inicial de diagnóstico. Aquí, el INSS tendrá que evaluar de nuevo las limitaciones para trabajar del usuario.
- En caso de que la persona beneficiaria de una incapacidad permanente absoluta no acuda a una cita de revisión con el INSS.
Sea como fuere, el procedimiento clave para retirar la pensión de incapacidad permanente absoluta es a través de una revisión de grado. Es decir, el Instituto Nacional de la Seguridad Social no puede retirar la pensión sin previo aviso.
Al respecto, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ indican que «el INSS puede tener noticia de cambios en el estado de salud del pensionista porque puede consultar los informes médicos de la Sanidad pública. Por tanto, puede interpretar que el pensionista ha mejorado a raíz de alguno de estos informes nuevos que se vayan emitiendo».
Del mismo modo, también es posible que el INSS aumente el grado de invalidez reconocido inicialmente, en caso de que la persona beneficiaria acredite que se ha producido un empeoramiento en su estado de salud. En este caso, pasaría a tener derecho a una Gran Invalidez.