Una madre mantuvo mantuvo a su hija durante 6 años en una silla de ruedas a pesar de que no tenía discapacidad. Así lo ha anunciado el dictamen de un tribunal de Londres. En este caso, la Justicia de Gran Bretaña ha culpado a la madre de sobredimensionar comportamientos y síntomas en la pequeña.
Las sospechas iniciaron hace un par de años, cuando los médicos comenzaron a cuestionar diagnósticos pasados. Esto desencadeno en una investigación por parte de protección infantil.
La respuesta de servicios sociales fue el primer varapalo para la madre. Aseguraban que, desde 2011, había ofrecido datos exagerados o falsos a los médicos sobre la salud y el comportamiento de su hija. La madre ‘vendía’ que su hija tenía «epilepsia y autismo incontrolados», además de otras enfermedades.
Sin embargo la jueza Justice Judd aseguró que la niña no tenía «un diagnóstico de epilepsia activa». También señalaba que no tenía «ningún rasgo de autismo» y que físicamente es «bastante normal y enérgica». La madre se amparaba en que la niña había sufrido convulsiones cuando era muy pequeña.
Además, Judd entendió, en parte, la protección de la madre a su hija, explicando que le llevó a «interpretar en exceso» los problemas médicos, aunque su actitud había ido «mucho más allá», llegándola a tener en silla de ruedas durante 6 años.
«No puedo decir en este punto qué fue lo que llevó a la madre a retratar a su hija con tantos problemas, ya sea un sistema de creencias distorsionado provocado por la ansiedad, un anhelo de ayuda de una forma u otra, una manifestación de angustia más generalizada o algo completamente diferente», agregó Judd.
La niña ya no vive con su madre
Mientras continúan las investigaciones, la menor ha sido trasladada a vivir temporalmente con otros familiares. Finalmente, la jueza dictaminó que la menor sufrió «daños significativos» debido a las exageraciones de su madre frente a los médicos.
La madre, según sentenció Justice Judd, fue la culpable de que la pequeña llegara a tener problemas de salud que le llevaron a utilizar silla de ruedas durante seis años.