Hay ciertas zonas de la casa donde la limpieza suele darnos más quebraderos de cabeza. Suelen ser los lugares donde hace falta no solo más detenimiento, sino recursos más específicos. Este es el caso de las juntas de los azulejos, un lugar donde además de acumularse más suciedad, es más difícil acceder. Y es que en ocasiones, limpiando los mismos azulejos, si no dedicamos tiempo a esta zona, corremos el riesgo de que no quitemos la suciedad y solo la arrastremos hacia esta zona.
No obstante, no es un hecho aislado. Todos sabemos que para limpiar hacen falta, de forma general, productos de limpieza, paños y estropajos, sin embargo, generalizar no es bueno. Pues no todo se queda perfecto frotando y pasando un paño, dependiendo del lugar, el material y el uso de una superficie o estancia, será necesario más periodicidad, productos más o menos agresivos, y utensilios fabricado en materiales más o menos duros o delicados.
Por este motivo, la organización de la limpieza en un hogar es fundamental, no solo para que todo esté siempre perfecto, sino para no perder más tiempo del necesario en estos quehaceres. En este sentido, lo mejor es dividir las tareas según la periodicidad a las que hay que realizarla, el tiempo que se necesita para ello, y las particularidades necesarias para cada lugar. Con estos datos, será fácil realizar un organigrama o calendario donde cada día sepamos qué debemos hacer.
Puede parecer una tarea difícil, pero lo cierto, es que es mucho más práctico y eficiente que ir improvisando. De este modo, el día que te toque limpiar azulejos, sabrás que no se trata solo de pasar un paño, sino que deberás dedicar un tiempo y mecanismo específico a las juntas para que estas también queden como nuevas. De igual modo, pasará con el resto de la casa, que se irá limpiado de forma paulatina durante la semana de tal modo, que no será para nada pesado.
Así debes realizar la limpieza de las juntas de los azulejos
Como hemos adelantado, la limpieza de las juntas de los azulejos es algo particular. El motivo es que al estar, en la mayoría de los casos, un nivel por debajo de los propios azulejos, es una zona más propensa a acumular suciedad. Además, es habitual caer en el error al limpiarlos completamente con un paño, de arrastrar más suciedad a este lugar, dando como resultado que a la larga, además de la falta de higiene acumulada en esa zona, se distinga una diferencia de color, quedando estas partes más oscuras.
Por tanto, debemos diferenciar a la hora de limpiar, las dos zonas. Por una parte se limpiarán los azulejos con un paño y un producto específico para ello, y por otro lado, las juntas. Para ello, conocemos un truco infalible de limpieza para el que necesitamos tan solo dos ingredientes muy básicos en el hogar: Bicarbonato de sodio y vinagre.
El truco infalible contra esta suciedad
Una vez tengas los ingredientes, solo tienes que seguir el siguiente proceso:
- Echa bicarbonato de sodio por la juntas de los azulejos y a continuación, realiza el mismo proceso con el vinagre. Verás como comienza a hacer reacción.
- Espera a que deje de burbujear y añade un poco más de bicarbonato.
- Deja actuar durante 45 minutos.
- Una vez pasado este tiempo, con la ayuda de un cepillo de dientes viejo o un cepillo similar, frota cuidadosamente toda la zona. Verás como la pasta que has creado va arrastrando la suciedad del lugar.
- Finalmente, retira el exceso de producto y suciedad con un paño húmedo y deja secar.