Desde hace ciento de años que la moringa viene siendo utilizada como un efectivo remedio casero contra una gran variedad de dolencias y enfermedades, pues la verdad es que son tan amplios los beneficios que tiene para el cuerpo que es considerada como un superalimento, un ejemplo de ello es su efecto sobre el sistema cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo, por lo tanto es indispensable evitar cualquier tipo de problema en su funcionamiento y así evitar complicaciones como las trombosis, la hipertensión o las deficiencias cardiacas, entre muchos más.
Beneficios de la moringa para el sistema cardiovascular
Dentro de la composición de la moringa se encuentran flavonoides como el kaempferol, la quercitina y la rutina, que son elementos con un potente efecto antioxidante, lo que se traduce en un mejor funcionamiento tanto del sistema cardiovascular como del inmunitario.
Además, contiene ácido clorogénico, el cual actúa estimulando el sistema circulatorio y tiene un efecto antioxidante y antiinflamatorio.
También hay que destacar que la moringa tiene la capacidad de disminuir los niveles de colesterol malo en el torrente sanguíneo, esto gracias a un compuesto conocido como betasitosterol, el cual ejerce un bloqueo de dicho colesterol, evitando así que se acumule en el cuerpo y protegiendo de esa manera la circulación y el funcionamiento del corazón.
¿Qué otros beneficios aporta la moringa?
Adicional a todos los efectos positivos que tiene sobre el sistema cardiovascular, la moringa también ejerce otras acciones que contribuye con el buen estado de la salud general del organismo.
Dentro de los beneficios más destacables está el tratamiento y alivio a problemas estomacales, ya que ejerce un efecto antibacteriano y antibiótico que ataca a los microorganismos que pueden afectar el funcionamiento del sistema digestivo.
Así mismo cuenta con propiedades que pueden ayudar a mantener la piel y el cabello hidratado, además de que puede atacar infecciones tanto de piel como del cuero cabelludo.
También tiene cantidades importantes de calcio y fósforo, dos nutrientes importantísimos para el desarrollo y fortalecimiento de las estructuras óseas y de los dientes.
Por otro lado, existen otros efectos igualmente importantes, como es el caso de la regulación de la glucosa en la sangre, el aumento de la absorción del hierro que ayuda a combatir la anemia y su contribución en la regulación del estado de ánimo, previniendo problemas psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.
¿Cómo se consume la moringa?
Hay distintas maneras de consumir moringa, siendo las infusiones la forma más habitual, pudiendo prepararse un té de moringa solo o con otros ingredientes.
Sin embargo existen otras maneras de incluirla en la dieta, como por ejemplo usar sus hojas secas como aliño para una gran variedad de recetas, como es el caso de las ensaladas, o incluso hay quienes trituran sus hojas hasta obtener un polvo fino que pueden ser incluidos en bebidas como los smoothies y los zumos o en otras recetas como las cremas y salsas.
También hay quienes aprovechan sus semillas o sus aceites para preparar distintos platos saludables.