El kéfir es considerada una bebida saludable del siglo XXI. Se trata de una bebida de leche fermentada elaborada con ‘granos’ de inicio, que realmente son una combinación de bacterias y levaduras. Así, puede hacerse con cualquier tipo de leche, cabra, oveja, vaca soja, arroz o incluso coco.
Esta bebida fermentada se ha utilizando durante miles de años en diferentes culturas de todo el mundo y está demostrado que aporta importantes beneficios a la salud.
Uno de los aspectos más llamativos del kéfir es su valor nutricional. Según explican desde la Asociación Española de Intolerantes a la Lactosa, el kéfir es rico en vitamina B12, magnesio, vitamina K2, biotina, folato, enzimas, probióticos e incluso vitamina D.
Beneficios del consumo de kéfir
Cabe reseñar que el kéfir no tiene un contenido nutricional estandarizado. Y es que los valores nutricionales de este alimento pueden variar en función de las vacas, culturas o región donde se produce.
Si bien, prácticamente todos los tipos de kéfir proporcionan los mismos beneficios a la salud tras su consumo. Por ejemplo, aumenta la inmunidad, fabrica la fortaleza de los huesos, lucha potencialmente contra el cáncer, apoya la digestión, mejora las alergias, sana la piel y mejora los síntomas de intolerancia a la lactosa.
Incrementa la inmunidad
El kéfir es un alimento que contiene muchos nutrientes importantes para la salud, como la biotina o el folato, los cuales contribuyen a poner en funcionamiento el sistema inmune y proteger las células del organismo.
Además, este característico alimento también alberga un compuesto poderoso que únicamente se encuentra en esta bebida probiótica. Se trata de un polisacárido insoluble denominado kefiran, que muestra tener propiedades antimicrobianas.
Fortalece los huesos
El kéfir elaborado a partir de productos lácteos de grasa entera contiene altos niveles de calcio. Además, entre su composición también se encuentran otros compuestos bioactivos que ayudan a absorber el calcio en el cuerpo y detienen la degeneración ósea.
Además, los probióticos del kéfir permiten una mejor absorción de nutrientes y los productos lácteos propios de su elaboración contienen todos los elementos nutritivos idóneos para mejorar la resistencia de los huesos. Hablamos del fósforo, calcio, magnesio, vitamina D y vitamina K2.
El kéfir apoya la digestión
Las últimas investigaciones sugieren que el consumo de alimentos probióticos como la leche de kéfir y yogur de kéfir puede contribuir a restablecer el equilibrio de las bacterias en el intestino y luchas contra las enfermedades gastrointestinales.
La alta presencia de probióticos en este alimento ayuda a restaurar la flora pérdida que lucha contra patógenos. Además, también interviene en la lucha contra la diarrea disruptiva.
Mejora las alergias
Muchas modalidades de alergia están vinculadas a problemas de inflamación en el cuerpo. Así, el kéfir, por sus propiedades, tiene la capacidad de ayudar a tratar la inflamación y reducir el riesgo de problemas respiratorios como alergias y asma.
Por otra parte, los microorganismos vivos presentes en el kéfir ayudan al sistema inmune a suprimir de forma natural las reacciones alérgicas y contribuyen a modificar la respuesta del organismo a los brotes sistémicos para las alergias.
Beneficioso para el cuidado de la piel
El kéfir es un alimento que no solamente interviene positivamente en los problemas sistémicos de la piel, si no que también produce efectos beneficiosos en los problemas de la piel como quemaduras y erupciones.