Leonardo Da Vinci ha dejado inventos y una impronta imborrable en muchas de las disciplinas artísticas que numerosos investigadores siguen analizando de forma casi diaria. Se ha convertido en un objeto de culto, el genio florentino, uno de los grandes exponentes del Renacimiento italiano, que a la vez fue pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista, dejando obras para el recuerdo y la divulgación en todas ellas. Una de ellas fue sin duda uno de los mayores inventos de la historia, contribuyendo decisivamente en el estudio de los pájaros y su relación con la naturaleza.
Aquí vamos a desarrollar la historia de ese invento que cambió muchas de las percepciones que los humanos tenían sobre las aves. Da Vinci fue capaz de inventar grandes proyectos debido a su altísimo nivel de inteligencia, pero también contaba con el don de la reinvención en todas y cada una de sus propuestas. Mil vidas se tardarían en estudiar una sola vida de Leonardo, cuyos restos descansan en la capilla de Saint-Hubert, en Amboise, Francia.
El ornitóptero, el invento de Leonardo Da Vinci que revolucionó el mundo de los pájaros
A Leonardo Da Vinci se le debe el honor de haber inventado el ornitóptero, que procede del griego «ornitos», pájaro y «pteron», que significa ala, y que según explica la Wikipedia, es un aerodino que obtiene el empuje necesario del movimiento batiente de sus alas de forma análoga a como lo hacen las aves.
De alguna forma, lo que busca este invento de Da Vinci es el de recrear el estilo de vuelo de las propias aves para poder estudiarlas de diferente manera. Pensadores y científicos han contribuido a ello, entre ellos el propio Leonardo Da Vinci, pero el principal problema que se presentaba para llegar a unas mejores conclusiones fue la relación entre la fuerza aplicada y el empuje obtenido previamente.
¿Qué permitió saber el ornitóptero, uno de los grandes inventos de Da Vinci?
Lo que ofreció el ornitóptero fue la visión de que los artilugios que toman como fuente de energía la fuerza de un tripulante humano son inoperantes, y esto se debe a que la relación entre el peso de las aves y la potencia de sus músculos es mucho más favorable que en el caso de los humanos.
Según abunda la propia Wikipedia, son muy conocidos tanto los proyectos como las descripciones de inventos de este tipo realizadas por Leonardo Da Vinci hacia 1490. Y que supusieron un antes y un después en el estudio de la fuerza aplicada en el vuelo de las aves.