El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación económica que forma parte de la acción protectora de la Seguridad Social. Una ayuda cuyo objetivo es garantizar un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica. Es decir, persigue dar oportunidades reales de inclusión social y laboral a los beneficiarios. Por tanto, opera como una red de protección dirigida a permitir el tránsito desde una situación de exclusión a una participación en la sociedad.
Esta, como otras muchas ayudas, no tiene un importe fijo establecido. La Seguridad Social tiene prevista una amplia horquilla de dinero que establece a cada persona según su situación económica y personal. Es decir, esta cuantía depende de si va dirigida a una persona sola o a una unidad de convivencia, así como si la persona que lo recibe trabaja o esta prestación es el único ingreso que tiene.
Del mismo modo, hay circunstancias que suponen que se sume un porcentaje especificado, al importe del Ingreso Mínimo Vital (IMV). En este sentido, la normativa establece que se sume un 22 por ciento al importe en el caso de que los beneficiarios sean una familia monoparental. Igualmente, las persona con un grado de discapacidad igual o superior al 65 por ciento, también tienen derecho a este suplemento del 22 por ciento.
Por tanto, las personas con discapacidad no solo tienen derecho a solicitar el Ingreso Mínimo Vital (IMV), sino que acreditando su grado de discapacidad, pueden acceder a un 22 por ciento más. Esto se debe a que dada la vulnerabilidad y riesgo de exclusión y pobreza que enfrentan mayoritariamente estas personas, esta ayuda es otra opción para que salgan adelante las personas que no cumplen los requisitos para recibir una pensión por incapacidad o no contributiva por discapacidad.
Ingreso Mínimo Vital para personas con discapacidad
A pesar de que el importe asignado a las personas con discapacidad es mayor, para acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV) deben cumplir los mismos requisitos. El complemento extra en la cuantía se debe, entre otras cosas, a que suelen ser personas con más dificultades para acceder al mercado laboral y por tanto, tienen más riesgo de caer en riesgo de vulnerabilidad y exclusión social.
Cabe recordar además, que la Seguridad Social cuenta con las herramientas suficientes para evaluar la capacidad económica de la persona que solicita esta ayuda o de su unidad de convivencia. Pero no es el único filtro, pues de esta forma, la administración determina el importe de cada beneficiario. Sin embargo, para acceder a la prestación, es obligatorio que el solicitante cumpla con los siguientes requisitos:
- Tener residencia legal y efectiva en España de forma continuada durante al año inmediatamente anterior.
- Encontrarse en situación de vulnerabilidad económica. Esto se determina en base a nivel de ingresos, rentas y patrimonio de la persona.
- Miembros de la unidad de convivencia y que esta esté formada desde al menos seis meses antes a solicitar la ayuda.
Solicitar el IMV
La web oficial de la Seguridad Social establece las vías disponibles para solicitar el Ingreso Mínimo Vital (IMV):
- Si dispones de certificado electrónico o usuario y contraseña en cl@ve, lo puedes solicitar a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, seleccionando el método de autenticación. También tienes la opción de utilizar este servicio con la ayuda de una persona que disponga de certificado electrónico o cl@ve y que actuará en calidad de representante.
- Si no dispones de certificado digital o usuario y contraseña en cl@ve, hay también un servicio habilitado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para ello.
En cualquiera de los casos, lo solicitantes deberán rellenar el formulario ya demás, aportar toda la documentación necesaria para acreditar que cuentan con los requisitos necesarios para percibir esta ayuda. Del mismo modo, las personas con discapacidad, deberán adjuntar la documentación que acredite esta circunstancia y el grado concedido por la Seguridad Social.