La mayoría de entidades bancarias ofrecen una hipoteca con un plazo de devolución de 30 años como máximo. Sin embargo, algunos bancos llegan a ofrecer préstamos hipotecarios a 40 años, aunque se trata de un producto destinado a personas jóvenes. Un plazo de amortización amplio puede ser beneficioso para el titular, aunque también puede conllevar algunos aspectos negativos.
Uno de los factores que influyen en la firma de una hipoteca es la edad del titular. Así, una gran parte de los bancos establece que la edad de la persona solicitante y el plazo de devolución no puede ser superior a los 75 años. En ocasiones, esta condición se cierra en 80 años, aunque no es muy común en el mercado financiero actual.
Los jóvenes menores de 35 años tienen más posibilidades de obtener mejores condiciones en la firma de una hipoteca, como un plazo de amortización a 40 años o una financiación de hipoteca del 90% del valor de la vivienda. En este sentido, los bancos consideran que tienen toda la vida por delante para saldar la deuda del préstamo hipotecario, siempre que acrediten una adecuada solvencia económica.
Ventajas e inconvenientes en la hipoteca
En primer lugar, es necesario remarcar que las hipotecas a 40 años son, generalmente, hipotecas de tipo variable. Hay que recordar que en este tipo de hipotecas el interés a pagar puede subir o bajar en función de la oscilación del Euríbor.
Los préstamos hipotecarios a 40 años son en su mayoría con interés variable debido a su larga duración. Al respecto, los profesionales del ‘Idealista‘ argumentan que «al banco no le interesa ofrecer préstamos a tipo fijo en estas condiciones. En 40 años, lo más probable es que los tipos de interés suban, lo que constituye una oportunidad para que el banco obtenga beneficios».
Respecto a las ventajas de las hipotecas a 40 años es que la cuota mensual a pagar por el préstamo hipotecario será inferior que si se firma una hipoteca con un plazo de devolución más bajo. Realmente, esta es la principal ventaja de contratar una hipoteca en un plazo de amortización a 40 años. Por tanto, este tipo de préstamos hipotecarios pueden ser interesantes para familias con rentas bajas.
Aumento de los intereses
Antes de cerrar una hipoteca con un plazo de devolución a 40 años, es conveniente que el ciudadano analice todos los detalles que conlleva la contratación de un préstamo hipotecario de este tipo. Así, un inconveniente se encuentra en que se pagan muchos más intereses a la entidad bancaria.
Esto se debe a que una parte importante de la cuota hipotecaria corresponde a los intereses y no a la devolución del capital en sí. En otras palabras, las hipotecas a 40 años no son rentables si el objetivo es conseguir un ahorro a largo plazo.
En definitiva, una hipoteca con un plazo de devolución a 40 años permite obtener una financiación interesante que el cliente devolverá de forma cómoda con una cuota pequeña mes a mes. Sin embargo, a la larga, constituye un mayor pago por los intereses totales, siempre que el titular no realice una amortización de capital de manera anticipada.