Los expertos advierten que realizar un testamento en vida evitará problemas a nuestros herederos tras el momento de fallecer. Una de las cosas que más se cuestionan las personas que se enfrentan a este proceso hereditario, es qué ocurre con los bienes que pasan a ser propiedad de las parejas. Lo cierto es que si hay un compromiso matrimonial de por medio, la repartición de la herencia será más sencilla. Pero, ¿qué ocurre con los derechos de las parejas de hecho o las que no están casadas?.
El Código Civil, en su artículo 807, declara que el cónyuge viudo debe recibir una parte de la herencia. La cual se reparte entre todos los herederos y beneficiarios de forma que cada uno reciba la parte de los bienes y el patrimonio que les corresponde según la ley.
No obstante, las parejas que no están casadas no están incluidas en este reglamento. Por lo que, a efectos legales, esta situaciones no tienen la misma consideración que si están unidas en matrimonio. Al igual que ocurre con las parejas de hecho, las cuáles tampoco se incluyen en la repartición que se establece en el testamento.
Derechos en herencias de las parejas no casadas
Cuando una persona fallece, su cónyuge recibe en usufructo los bienes (para uso y disfrute de los mismos). En este sentido, este tiene la propiedad del uso de los bienes que ha dejado el fallecido en herencia junto con el resto de herederos.
Sin embargo, el Código Civil establece un requisito esencial para que la repartición se realice esta manera: debe haber un matrimonio vigente con el fallecido. Por ello, las parejas que no están casadas o son pareja de hecho tienen que lidiar con procesos fiscales distintos con respecto a la sucesión de los bienes.
En España, la ley no recoge el derecho a recibir una parte de la herencia a las personas no casadas o parejas de hecho. En estos casos, si la persona fallecida no dejó testamento, su pareja no tendría derecho a recibir ni siquiera el usufructo de sus bienes. Ahora bien, si no hay testamento y existen hijos en común, serían estos los que tendrían derecho a la herencia.
De ahí la importancia de realizar un testamento en vida para establecer el reparto del tercio de los bienes que pueden ser de libre disposición. Ya que de esta forma, aunque no hubiera hijos de por medio, la pareja (sea de hecho o no) podría recibir una parte de la herencia y estar protegida ante la ley.
Testamento de parejas no casadas y sin hijos
Una de las situaciones más difíciles a las que se pueden enfrentar las parejas no casadas, es cuando tampoco hay hijos en común que puedan recibir la herencia. En el caso de que los padres del fallecido aún vivan, todos los bienes pasarán a ser propiedad de los mismos. Esto dejaría a su pareja sin derecho a herencia de la misma forma, pero su patrimonio sería en beneficio de sus familiares más directos.
En el caso de que los padres tampoco vivan, se establecería una línea sucesoria para que la herencia la recibieran sus parientes más cercanos. Así, si los hubiera, serían sus abuelos, y así siguiendo la línea ascendente. Por el contrario, si esto no fuera así, en este momento son los hermanos, en primer lugar, y después los sobrinos quienes tendrían preferencia.
Los bienes de una pareja no casada seguirían sin ser propiedad de la persona que ha perdido el derecho a recibir la herencia, por no tener un compromiso matrimonial vigente. No obstante, como último recurso, todos los bienes pasarían a disposición del Estado.