A pesar de la cantidad de avances que se van consiguiendo gracias a la globalización, en materia económica sigue habiendo bastantes deficiencias. Aspectos como, poder enviar y recibir dinero en segundos a otros países o simplificar y agilizar los pagos entre empresas, cuentan aún con bastantes impedimentos. Para solucionar estos atrasos, algunos bancos centrales han comenzado ya a lanzar sus propias monedas digitales. Una forma de poner solución y digitalizar aún más el dinero.
Existen dos corrientes perfectamente opuestas y divididas en cuando la futuro del dinero en efectivo. Por una parte, están los que tienen claro que la tendencia apunta a una desaparición inminente de monedas y billetes. Por ello, insisten en la urgencia de buscar en una alternativa definitiva e igual de efectiva que no entienda de fronteras. Una mirada muy progresista de la humanidad que quizás no tiene en cuenta la suma del común de necesidades de la población mundial actual.
En el otro lado, se encuentran los que mantienen que la desaparición del dinero en efectivo no es tan inminente y que la posible adopción de monedas digitales, puede llevar bastante tiempo. De hecho, si nos acogemos a los datos actuales, en España el 66 por ciento de las compras se realizan aún en metálico. Pero no solo eso, también habría que estudiar una nueva legislación para mantener un equilibro entre innovación y una normativa que garantice estabilidad del sistema financiero digital y asegure la privacidad de los datos de los usuarios.
EURM y euro digital: las monedas del futuro
España no quiere quedarse atrás en esta transición monetaria y está ya trabajando sobre un futurible escenario. Tanto es así, que el Banco de España acaba de admitir EURM a una fase de pruebas. Pero, ¿Qué es el EURM? Se trata de un proyecto piloto que de llevarse a cabo, permitirá el envío de monedas digitales con paridad con el euro a escala mundial. Se hará a través de un token que representará un euro físico y que será custodiado por dos cuentas de salvaguardia en entidades financieras de referencia como son BBVA y CaixaBank.
En cuanto a Europa, el Banco Central Europeo (BCE) también está trabajando en este proceso de cambio. De hecho, se conoce ya la existencia de un proyecto sobre un euro digital. De esta forma, este avance ganará fuerza ya que aunará las monedas digitales tal y como hoy ocurre con la divisa actual. Sin duda, de llevarse a fin estos proyectos, el envío de dinero estará totalmente digitalizado, será más seguro, programable y con unos costes muy inferiores a los actuales.
El funcionamiento será similar a algunas aplicaciones de pago actuales, con las que ya operamos con naturalidad. Pues solo se necesitará un número de teléfono y una comprobación de identidad mediante video identificación. Tras ello, el usuario podrá cargar su cartera digital con monedas reales a través de Bizum y, automáticamente, se crearán tantos EURM como euros se hayan depositado. A partir de ahí, cada ciudadanos podrás gestionar su dinero digital como si se tratara del efectivo.
El único ‘pero’ que tiene este cambio de tendencia, es lo arraigado que está el pago en efectivo en algunos sectores en nuestro país. Un modo de operar que quizás acabe extinguiéndose gracias a las normativas fiscales. No obstante, la transición cuenta con las suficientes ventajas como para que pueda implantarse naturalmente. De hecho, este cambio significaría una modernización del sistema de pagos de la zona euro y de la economía internacional.