La incapacidad permanente se concede a una persona que por enfermedad o accidente, sea laboral o no, pierde su capacidad o parte de ella para seguir desarrollando una actividad profesional. Es por ello que en estos casos, la Seguridad Social evalúa a la persona para que pueda percibir una prestación económica que supla la pérdida de rentas perdidas a causa de su dolencia. Pues de lo contrario, no tendrían recursos para vivir al perder la posibilidad de seguir percibiendo un salario.
Cabe señalar, que es la Seguridad Social la que decide si una persona accede a una incapacidad permanente valorando que su dolencia es irreversible. Esto significa, que aunque hay una serie de enfermedades por las cuales se puede establecer que a un trabajador le corresponde una prestación de este tipo, no existe un patrón exacto. Es decir, no hay una clasificación cien por cien certera que te asegure el acceso a esta prestación. No obstante, a tenor de los datos actuales, sí se pueden identificar qué enfermedad produce más bajas por incapacidad permanente laboral en España.
Enfermedad que más bajas por incapacidad permanente laboral produce en España
Existe una larga lista de dolencias por las que una persona puede acceder a una incapacidad permanente. Pues en esencia, esta situación será siempre posible cuando la Seguridad Social certifique que una persona ha visto anulada o reducida su capacidad para trabajar. Sin embargo, en el caso de las bajas por incapacidad permanente laborales, así hay una enfermedad que los datos muestran que desafortunadamente, son muchas las personas que sufren y por la cual, acceden a esta situación.
Se trata de la depresión, una de las enfermedades más incapacitantes que cada vez más persona sufren no solo en España, sino en todo el mundo. Pero, ¿A qué se debe el aumento de esta enfermedad? Históricamente, la enfermedad que más bajas por incapacidad permanente laboral causaba, eran los problemas de espalda, una dolencia directamente relacionada con muchas actividades profesionales. Sin embargo, esta dolencia ha quedado relegada a un segundo plano por la depresión.
La salud mental es aun desconocida para mucho, infravalorada para otros, y relegada a tener que permanecer en un plano silencioso en muchos casos para el paciente. Sin embargo, todo aquel que sufre una patología como la depresión, por mucho que puede mantenerla de forma sigilosa, sabe que en algunos grados llega a ser realmente incapacitante para desarrollar una actividad profesional. Es por ello, que ya son muchos los profesionales de la salud mental que están alertando de las causas y consecuencias de este suceso.
Propuestas para mejorar estos datos
La incapacidad permanente es una situación a la que pueden acceder las personas que sufren una dolencia que les incapacita para trabajar, o al menos, reduce esta capacidad. Sin embargo, hay enfermedades que históricamente, no se han contemplado como incapacitantes, pero que en la actualidad, van siendo cada vez más reconocidas. Es el caso de la depresión. Pues según los datos el porcentaje medio de personas que sufren esta enfermedad es del 29 por ciento. Un elevado dato si tenemos en cuenta que el promedio europeo se sitúa en torno al 15 por ciento.
Pero no se trata de un tema baladí. Estamos hablando de una enfermedad que además de incapacitante, puede terminar en suicidio si no se trata a tiempo. Pero, ¿Qué podemos hacer para mejorar estos datos? Para empezar, es conveniente que desde las administraciones se establezcan estrategias integrales que promuevan la empatía, comunicación abierta y ofrezcan acceso a recursos de apoyo como terapia y grupos de ayuda.
Por otra parte, es importante que se siga trabajando en torno al Comisionado de Salud Mental en el Ministerio de Sanidad para que se establezcan políticas que den respuesta al aumento de esta dolencia y los efectos que esta tiene ya no solo a nivel personal, sino al país como sociedad. Visibilizar la salud mental es también una parte fundamental de un proceso que nos lleve a identificar y facilitar la recuperación de todas aquellas personas que sufren, en la mayoría de los casos en silencio, una enfermedad de este tipo.