Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Neumonía, una enfermedad que sigue siendo la principal causa causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo. Este día se celebra desde 2009, cuando se estableció gracias a la iniciativa Stop Neumonía. El objetivo del Día Mundial contra la Neumonía es crear conciencia y abogar por una acción global. Además de defender la lucha contra la neumonía.
Desde UNICEF señalan que solo el año pasado, casi 1 millón de niños menores de 5 años murieron a causa de la neumonía. El impacto de esta enfermedad es mayor entre los más pobres y vulnerables. Los expertos destacan que esto tendría una rápida solución, llevando a los niños al médico cuanto antes para salvar vidas.
Sin embargo, solo 3 de cada 5 niños reciben la atención y los cuidados necesarios. En África subsahariana, donde se dan la mayoría de muertes, solo se atiende a 2 de cada 5 niños con síntomas de neumonía.
Los expertos señalan que la neumonía puede propagarse por diversas vías. Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse. También pueden propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos.
Además, destaca que la neumonía puede propagarse por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente posterior. Para ello se necesita investigar más sobre los diversos agentes patógenos que causan la neumonía y sobre sus modos de transmisión. Esta información es fundamental para el tratamiento y la prevención de la enfermedad.
Las 3 claves de la Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud, junto a UNICEF, ha elaborado el ‘Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de la Neumonía (GAPP)’. Dicho programa tiene por objetivo acelerar el control de la neumonía. Para ello combina diversas intervenciones de protección, prevención y tratamiento de la enfermedad en los niños, con medidas como las siguientes:
- Protección
- Prevención
- Tratamiento
La primera de las tres claves es la protección de los niños de la neumonía. Para ello, se puede promover la lactancia natural exclusiva y el hábito de lavarse las manos y reduciendo la contaminación del aire en interiores.
Otro punto importante es la prevención de la neumonía mediante la vacunación, el lavado de las manos con jabón, la reducción de la contaminación del aire doméstico, la prevención del VIH y la profilaxis con trimetoprim-sulfametoxazol en los niños infectados por el VIH o expuestos a él.
Por último destacamos el tratamiento de la neumonía, sobre todo procurando que todos los niños enfermos tengan acceso a una atención sanitaria correcta (dispensada por un agente de salud comunitario o bien en un centro de salud cuando la afección revista gravedad) y reciban los antibióticos y el oxígeno que necesitan para sanar.
Varios países, entre ellos Bangladesh, la India, Kenya, Uganda y Zambia, han elaborado planes distritales, estatales y nacionales para intensificar las medidas destinadas a combatir la neumonía y la diarrea. Muchos otros han integrado en sus estrategias nacionales de salud y supervivencia del niño medidas específicas contra la diarrea y la neumonía. Para muchos países, la agenda para después de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha incluido explícitamente como acción prioritaria el acabar con las muertes prevenibles por diarrea y neumonía.