La Sección I de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a una mujer a dos años de prisión por un delito continuado de estafa y a una indemnización de más de 12.188,33 euros. Esta mujer engañó a un hombre con discapacidad haciéndole creer que tenían una relación sentimental. De este modo, el afectado le compraba todo tipo de bienes y productos creyendo que era su pareja.
La Fiscalía y la acusación particular pedían estos dos años de prisión y, al parecer, la defensa ha mostrado conformidad con la pena impuesta, por lo que se ha dictado sentencia ‘in voce’, es decir, que la acusada no recurrirá esta sentencia al estar de acuerdo con lo que han pedido.
Así que esta mujer tendrá que abonar más de 12.188,33 euros al afectado y cumplir dos años de condena por un delito de estafa a una persona con discapacidad.
La estafa a través de las redes sociales
Según se explica en la sentencia con fecha de 13 de febrero y recogida por Europa Press, la mujer, que es natural de Huesca, pudo contactar con la víctima a través de las redes sociales (Facebook y WhatsApp). A partir de ahí, hizo creer al hombre que mantenían una relación sentimental y aprovechó la confianza para pedir joyas, muebles o compras en grandes almacenes. Todo ello financiado por la víctima.
El hombre tiene reconocida una discapacidad del 34% por tener epilepsia, algo que la mujer de Huesca conocía. Por otra parte, la víctima ‘tiene anulada la capacidad de autogobierno de sus bienes y su persona precisando la supervisión de un tercero, siendo una persona muy influenciable y manipulable’, una condición a la que la mujer sacó provecho.
Dadas estas circunstancias, solicitó la colaboración de la víctima para la obtención de diversos productos, los cuales financiaba mediante la obtención de préstamos personales. Específicamente, durante el período comprendido entre febrero y marzo de 2021, obtuvo una financiación para adquirir bienes en reconocidos grandes almacenes por un total de 5.446,21 euros. Además, suscribió un crédito rápido de 5.916 euros destinado a la compra de joyas, las cuales la mujer empeñó más tarde, y también le entregó 500 euros en efectivo.