La pensión de incapacidad permanente es un tipo de pensión contributiva del sistema español. El organismo encargado de otorgar el derecho a percibir una pensión de este tipo es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), aunque el ciudadano también puede lograr la pensión de incapacidad a través de la justicia, como última instancia.
En concreto, la pensión de incapacidad permanente tiene como objetivo paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad que reduce o anula su capacidad laboral. En España existen cuatro tipos diferentes de incapacidad permanente, que se diferencian principalmente por el grado de invalidez y la compatibilidad con la actividad laboral.
Para obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad por parte del INSS, es necesario superar un proceso complejo. Dentro de este proceso, el trabajador debe afrontar el Tribunal Médico, que determinará si tiene derecho a la incapacidad permanente y en qué grado.
Grado de incapacidad
El Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) tiene la autoridad para proponer el grado de incapacidad permanente que corresponde a un ciudadano en función de su situación, los informes médicos y su análisis particular. Del mismo modo, también tienen potestad para modificar el grado de incapacidad reconocido inicialmente tras una revisión, ya sea por mejoría o agravamiento.
Desde ‘CampmanyAbogados‘ explican que «lo que en realidad valora el Tribunal Médico no es la gravedad en sí de tu patología o lesión, sino la relación entre esa realidad y el mercado laboral. De modo que sugerirá al INSS que te asigne una incapacidad total, y no absoluta, si te ve capaz de desempeñar otros trabajos diferentes al que realizas habitualmente».
Cómo se determina la incapacidad permanente
En definitiva, el EVI tiene en consideración una serie de elementos concretos para determinar el grado de incapacidad permanente que corresponde a un trabajador en función de su estado de salud y la posible compatibilidad laboral. Estos son los factores claves para establecer el grado de incapacidad:
- Efectos sobre el empleo: Los expertos analizan de forma específica el déficit funcional que provoca la lesión o enfermedad en el trabajador. Es decir, si afecta solo a su profesión habitual o a todo tipo de trabajo.
- Conjunto de dolencias: El Tribunal Médico tiene en cuenta todas las dolencias del trabajador, incluso si proceden de una contingencia diferente. Además, también se tienen en cuenta las lesiones o enfermedades previas a la afiliación a la Seguridad Social, con la excepción de la Gran Invalidez.
- Posibilidad de corrección: Este hecho incide positivamente sobre la capacidad del trabajador para desarrollar la actividad laboral y es desfavorable para la declaración de la incapacidad permanente. Es otro elemento clave para determinar el grado de incapacidad que corresponde al trabajador.
Finalmente, los expertos del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) también tienen en cuenta una serie de criterios orientativos. Los expertos de ‘CampmanyAbogados‘ argumentan que «por ejemplo los jueces han estipulado que el Reglamento de Accidentes de Trabajo -ya derogado- sirve sin embargo como guía orientativa e indicativa si se está decidiendo el grado de incapacidad permanente».