España no cuenta con un listado de enfermedades concretas que den derecho a percibir una pensión de incapacidad permanente. Es el Tribunal Médico de la Seguridad Social el encargado de evaluar cada caso de forma independiente y otorgar el derecho a percibir dicha prestación.
Así, una enfermedad común para acceder a la incapacidad permanente es la fibromialgia. Para evaluar esta patología como potencial incapacidad permanente, el Tribunal Médico estudia los denominados ‘puntos gatillo’ y el conocido como Fibromyalgia Impact Questionnaire (FIQ).
Así, tal y como informan desde ‘CampmanyAbogados’, existen tres tipos de afectación a la calidad de vida de las personas por fibromialgia. Si bien, para determinar un tipo de pensión de incapacidad permanente por fibromialgia lo más evaluable son las secuelas que dejan la enfermedad en el paciente.
En la mayoría de los casos, si se trata de un grado de enfermedad leve, aunque puede tener alguna repercusión labora, no es susceptible de ser reconocida para acceder a una pensión de estas características. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada caso es diferente.
¿Qué es la Fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa en zonas específicas. El dolor propio de la fibromialgia es similar al que se siente en las articulaciones, pero no se trata de una patología articular.
Se trata de una enfermedad común entre el 2% y el 6% de la población, especialmente en mujeres por sus características fisiológicas.
Los síntomas propios de la fibromialgia son el dolor y rigidez en todo el cuerpo, cansancio, fatiga, problemas de memoria, depresión, ansiedad, dolores de cabeza, síndrome de intestino irritable, hormigueo en manos y pies, dolor en el rostro y problemas para dormir.
Pensión de incapacidad permanente total o absoluta
Una fibromialgia moderada podría ser objeto de una pensión de incapacidad permanente total, especialmente para personas que trabajen en profesiones en las que sea necesario realizar un gran esfuerzo físico.
No obstante, también existen casos de profesiones un poco más sedentarias que han obtenido la incapacidad permanente total, debido a que la fibromialgia estaba asociada a otras enfermedades.
Así, cuando la fibromialgia llega al grado III puede ser causa para obtener una incapacidad permanente absoluta y si además se tienen otras patologías significativas como fatiga crónica, depresión o lumbalgia.
Tipos de incapacidad permanente
Generalmente existen cuatro tipos principales de incapacidad permanente por los que se puede percibir una pensión en España. Así, la principal diferencia entre ambos es el grado de capacidad laboral que presenta la persona afectada:
- Parcial: Genera en el trabajador una disminución no inferior al 33% en el rendimiento de su profesión habitual:
- Total: En este caso, inhabilita al trabajador para desempeñar su profesión habitual, pero puede desarrollar otra actividad laboral, cuyo grado de incapacidad se lo permita.
- Gran Invalidez: El trabajador precisa de asistencia de otras personas para poder llevar a cabo los actos más esenciales de la vida.
- Absoluta: Inhabilita al trabajador para cualquier profesión u oficio.
Igualmente, para acceder a cada uno de estos tipos de incapacidad permanente es necesario reunir unos requisitos específicos. Del mismo modo, el tribunal médico seguirá unas pautas concretas para determinar los diferentes grados de incapacidad.