Chris y Mariesa Hughes, de Nueva York, decidieron destinar todos sus esfuerzos y ahorros en acondicionar su casa y su vida a que sus 20 perros con discapacidad rescatados puedan tener un hogar digno donde vivir.
En total, la pareja ha gastado más de 30.000 Libras para ello. 23.000 de las cuales estuvieron destinadas a instalar una piscina de hidroterapia en su sótano. Todo ello para asegurarse de que sus perros reciban el cuidado que necesitan.
Además de la piscina, Chris y Mariesa han puesto alfombras por todo el suelo de la casa. También fundas de plástico en los muebles para asegurarse de que todo sea «seguro para los canes». Y por si eso no fuera suficiente, la pareja se ha cambiado de cama a una más grande para poder dormir con sus 20 perros rescatados.
La pareja no juzga a los perros de rescate por su edad o discapacidad. Su objetivo es brindarles a todos los perros la mejor calidad de vida, sin importar cuánto tiempo o poco les quede.