En la cocina del Quiosco de Down Experiencia la ilusión brilla por luz propia. 12 de los 16 trabajadores de este bar en La Coruña son personas con alguna discapacidad. A día de hoy, es uno de los garitos de moda del su región. Un proyecto real de inclusión laboral.
Por encima de toda su carta brillan los bocadillos de calamares, que dejan boquiabiertos a los clientes. «El bocata es espectacular. Muy bueno», asegura una consumidora.
Y es que la ilusión es el componente estrella de estos bocadillos de calamares que triunfan en la zona. «Es la alegría de la huerta», asegura una compañera de Bea, trabajadora con síndrome de Down.
Este establecimientos siempre ha sido conocido por sus excelentes bocadillos. Ahora también por su personal, formado por personas con síndrome de Down.
«Lo que más me gusta es tratar con la gente», asegura Sandra, camarera de barra. Como camarero con la bandeja se encuentra Álex, quien dice que su trabajo «es muy fácil».
«Lo que nosotros queremos también es que los empresarios de hostelería vean que son capaces de hacer y esto nos sirva de cantera para que los chicos puedan acceder a cualquier otro sitio», asegura Ricardo Santos, presidente asociación Down Coruña.
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Una inauguración por todo lo alto
El pasado 21 de junio tuvo lugar la apertura del local en La Coruña. Un proyecto que cuenta con el apoyo del Gobierno de La Coruña y que apuesta por la inclusión laboral de las personas con discapacidad. De hecho, su visibilización es una máxima en este proyecto.
«Abrimos las puertas no solo de un local, abrimos las puertas de un futuro laboral de 12 personas de la asociación que van a trabajar aquí», señalaba la organización.
También se mostro muy emocionada la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey García, quien señalaba, junto a la concelleira de Bienestar Social, Yoya Neira, que era el día en la que más orgullosa se mostraba de su mandato, puesto que estos proyectos sociales son los que reconfortan a los políticos.
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