Así lo ha anunciado este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comparecencia en Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros, donde se ha aprobado el plan de desescalada tras el confinamiento que ha provocado la pandemia del coronavirus.
«El curso escolar comenzará en septiembre», ha dicho Sánchez descartando la posibilidad de que los estudiantes pudieran regresar al menos unos días a sus clases este curso, un anhelo que mantenía la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, salvo algunas excepciones.
El presidente ha concretado que en la fase 2 del plan de desescalada, que podría llegar a finales de mayo, se permitirá que estudiantes que necesiten clases de refuerzo puedan acudir a los centros educativos, cerrados desde el pasado 16 de marzo por el decreto del estado de alarma. También alumnos de Educación Infantil por motivos de conciliación familiar.
«Si estamos planteando una nueva normalidad, van a existir problemas de conciliación, porque habrá padres y madres que irán a trabajar y no tendrán la posibilidad de dejar a los niños con los abuelos, porque son un colectivo vulnerable ante el coronavirus», ha explicado Sánchez.
Para ayudar en esas situaciones familiares, el Gobierno planteará a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) «reforzar todas las actividades de conciliación» y se establecerán «determinadas excepciones para que, en la fase 2, aquellos niños que no tengan presencia familiar en sus casas tengan la capacidad de ir a un centro escolar», ha detallado el presidente.
Además, Sánchez ha mencionado otra excepción en el ámbito educativo: la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), la antigua Selectividad, que se celebrará del 22 de junio al 10 de julio de forma presencial en aulas de universidades de toda España.
Más de 200.000 estudiantes de Bachillerato realizan cada año la EBAU, que antes de la pandemia estaba prevista para antes del 19 de junio en todas las comunidades autónomas. En marzo, el Ministerio de Educación y los gobiernos autonómicos acordaron posponerla unas semanas tras la suspensión de las clases presenciales.