La tarjeta de crédito es el método de pago más habitual en la actualidad. Aunque hay expertos que apuntan que el dinero en efectivo nunca se va a llegar a perder, lo cierto es que está cayendo en desuso a favor de otros mecanismos más actuales. La razón de este cambio de tendencia cuenta con varios factores. En primer lugar, la facilidad de uso. Pues las opciones son infinitas: puedes comprar desde cualquier parte del mundo, en un solo clic y con el ahorro de tiempo que esto conlleva.
Por otra parte, no hay que olvidar que la pandemia ha supuesto un punto de inflexión para que hasta los más escépticos, utilicen la tarjeta de crédito. El aumento de compras online y el miedo al contagio mediante el contacto, ha hecho que tanto empresarios como clientes, hayamos cedido a facilitar el pago por este medio. Además, plataformas de pago digitales como Bizum, también han contribuido al cambio de paradigma de esta costumbre.
La muestra del auge de este sistema está en los datos. Se calcula que en España hay en circulación 88 millones de tarjetas de crédito. Esto significa, casi dos por habitante, una cifra que deja clara esta tendencia de pago. Y es que con un simple trozo de plástico, podemos pagar en el lugar, a distancia o sacar dinero desde cualquier rincón del mundo. Opciones infinitas que pueden convivir con el dinero en efectivo pero además, competir con él como forma de pago preferente.
¿Qué intereses puede ocasionar aplazar un pago con tarjeta de crédito?
Aunque la funcionalidad de la tarjeta de crédito no es discutible, no ha estado exenta de tener que evolucionar con los tiempos. Por muy útil que sea algo, la vida avanza deprisa y no adaptarse, puede tener como consecuencia, caer en desuso a favor de otras opciones más actuales. Por este motivo, las tarjetas bancarias también han tenido que evolucionar. Un claro ejemplo de ello, son las opciones disponibles en las aplicaciones destinadas para ello.
Estas app consiguen que podamos operar con nuestra tarjeta de crédito a cualquier hora y desde cualquier lugar. De este modo, puedes dar de alta o anular este dispositivo, tener registrado este método de compra para pagar desde el móvil o reloj inteligente, e incluso hacer pagos online. Un paso más para afianzar un método de pago de difícil sustituto. Un dinero ‘ de plástico’ que se prevé nos acompañe aún por muchísimo tiempo.
Pero sin duda, una de las características por las que se instaló la tarjeta de crédito como método de pago, fue por la posibilidad que ofrece de pagar a plazos. Es decir, tu adquieres tu compra hoy, y la vas pagando en pequeños plazos durante un tiempo. Una opción perfecta para que compres lo que compres, no signifique un desembolso grande de dinero en el momento.
Esta facilidad para realizar un pago, puede hacer que descuidemos nuestra economía por adquirir productos demasiados caro. Por ello, el Banco de España ha hecho un llamamiento para que antes de aplazar un pago, tengas en cuenta estos aspectos:
- Esta función supone utilizar el límite de crédito que se tenga concedido.
- Cuidado con las condiciones que tengas contratadas con tu entidad bancaria. Pues esta función, puede no ser gratuita. En ocasiones, el banco puede cobrarnos un interés o comisión, o incluso las dos cosas si así lo tiene establecido. Por lo que es importante que te informes antes de aplazar un pago.