Son muchos los espacios públicos los que no cumplen con la normativa de accesibilidad. En los propios acerados, podemos encontrar una gran diversidad de obstáculos. Desde señales verticales, farolas, papeleras y los alcorques.
El alcorque es un hoyo que se hace al pie de una planta o de un árbol para retener el agua de la lluvia o del riego y posibilita la accesibilidad del acerado.
Los alcorques deben localizarse fuera de la «banda libre de paso» por lo que deberán permitir ancho de paso sin obstáculos en las aceras de 180cm (gráfico a)
Sin embargo se puede admitir, si así lo aconsejan las dimensiones de la vía pública, una protección superficial permanente enrasada con la acera, de manera que la banda libre contabilice entre la fachada y el tronco del arbolado. (gráfico b).
Los alcorques en vía pública pueden presentarse en dos formas:
- Enrasados con el pavimento. En este caso el alcorque es pisable siempre que su remate o cubrición superficial sea estable y no presente irregularidades, pudiendo formar parte del itinerario peatonal accesible. La cubrición se puede realizar mediante una rejilla, ésta deberá cumplir con la normativa pertinente.
- Sobre elevado con respecto a la rasante del itinerario peatonal, con un elemento que permita detectarlo de al menos 10 cm de altura y con contraste cromático con el pavimento circundante a fin de evitar posibles tropiezos.
Ahorra de entre un 70 y un 80% del agua de riego dependiendo de las zonas al reducir la evaporación y la temperatura en el interior del alcorque.
Enrasar los alcorques reduce la basura en estos huecos y posibles tropiezos e indemnizaciones por estos.
Datos de interés:
REAL DECRETO 505/2007, de 20 de abril, por el que se aprueban las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones.
De obligado cumplimiento desde del dia 1 de enero de 2010.