Del limón se han dicho muchas cosas, y todas ellas no son totalmente ciertas. Sin ánimo de menoscabar la integridad moral de esta fruta, que ha dado y da grandes limonadas por todo el mundo, muchas personas han difundido mensajes erróneos que deben ser frenados en algún momento. Y el momento es justo ahora: la limonada no es milagrosa pero sí muy beneficiosa para nuestro organismo. Debes saber aprovecharla siempre.
Ocurre que con el jugo de algunas frutas como el limón, o la naranja, rápidamente nos ponemos en alerta acerca de las grandes posibilidades vitamínicas que ofrecen.
Los nutrientes son los grandes protagonistas de la limonada, que no sólo sienta bien porque sea verano: sienta bien porque es la mar de nutritiva y merece la fama que merece.
Por eso siempre hay que hacerle caso al frutero cuando nos dice que los limones, cuanto más maduros, mejor, porque así conservan todo su sabor y todas sus propiedades.
Los grandes beneficios de la limonada
Antes de poder abordar cuáles son los grandes mitos sobre los que se rodea el limón y la limonada, que tiene siempre diferentes marcas pululando por su amargo y a la vez sabroso sabor, es buena idea acercarse a las ventajas.
Sobre todo, los grandes beneficios de la propia limonada, una bebida que muchas personas consumen incluso en las primeras horas del día, en forma de ayuno.
No es si no la limonada uno de los grandes alimentos que podemos llevarnos a la boca siempre. Independientemente de la cantidad de su presencia, la limonada es clave como antioxidante. Pero tiene más ventajas:
- Colabora en el desarrollo intestinal
- Fomenta la hidratación del organismo
- Evita la oxidación celular
- También es rica fuente de vitamina C
- Tiene grandes aportes de potasio
- Ayuda a prevenir los cálculos renales
- Fortalece el sistema inmunológico
Los grandes bulos difundidos sobre la limonada
Llegó a difundirse y en no pocas ocasiones allá por 2018 varias cadenas de WhatsApp en forma de mensaje en los que se aseguraba que la limonada ayudaba a curar el cáncer.
Como decíamos al principio, ni mucho menos colabora en esa tesitura. Sí que es cierto que el limón conviene porque fomenta el desarrollo celular, pero nada más que eso.
Tampoco es una receta efectiva contra el virus que tanto nos ha estado azotando durante los últimos años. Puede convenir para aliviar los síntomas, pero nada más.
Otro mensaje que se ha propagado con no se sabe bien qué fines es que el limón ayuda a eliminar la fiebre y el resfriado. Nos vamos a lo mismo: sus vitaminas pueden hacer que nos sintamos algo mejor pero no derribar esos problemas como si nada.