«Lucha por tus sueños y los conseguirás» es la mejor frase que puede definir a Bob Egely. Siempre quiso ser barbero y a pesar de las barreras que le ponía la vida, lo consiguió.
En 2010, debido a una afección médica, le amputaron ambas piernas. Por ello se vio obligado a cerrar su barbería, la cual regentaba desde hace 40 años.
Cuando parecía que tenía que abandonar su oficio, Bob comenzó a luchar por volver a hacer lo que más le gustaba. Y lo consiguió.
Gracias al trabajo de los ingenieros con el programa Can-Assist de la Universidad de Victoria, en Estados Unidos, le construyeron una silla hidráulica, que tiene un precio 60.000 dolares.
La silla, de última tecnología, le permite trabajar alrededor de sus clientes, ya que está suspendida del asiento.
«Hace todo lo que tengo que poder alcanzar. Va desde el frente del cliente para poder verlos. Me lleva hacia atrás y hacia los lados. Sube y baja para poder alcanzar mis herramientas «, dijo después de probar la silla.
«Es casi como tener piernas, casi exactamente lo mismo. Estoy realmente agradecido por todas las cosas que las personas han podido hacer y han tenido el coraje de seguir adelante y completar las cosas que dijeron que harían».