El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado un duro varapalo al sector turístico con el retraso de la aprobación de los planes de rescate de la Sepi y la licitación de los viajes del Imserso, dos medidas que el sector considera esenciales para conseguir un empujón financiero para solventar la crisis producida por el Covid-19.
Un año después del nacimiento del consejo gestor, organismo creado dentro de la Sepi (Sociedad Estatal de Participantes Industriales) para resolver las solicitudes de ayuda al fondo de apoyo a las empresas estratégicas; el Gobierno tan solo ha aprobado tres rescates por menos de 1.000 millones de euros, tan solo una décima parte de los 10.000 millones con los que se dotó esta ayuda.
Estas ayudas fueron destinadas a Air Europa, con 475 millones, la agencia de viajes Ávoris (Globalia-Barceló), con 320 millones; y la aerolínea Plus Ultra, con 53 millones y que ha hecho saltar las alarmas por la forma que está teniendo el Ejecutivo de gestionar estos fondos.
Ahora, se abre la guerra, pues el Gobierno debe justificar por qué les da unas ayudas a ciertas compañías, mientras que se las niega por otro lado a otras. Así, hoteleras, agencias de viajes y aerolíneas conforman el grupo principal que ha pedido el rescate; hasta el punto de que uno de cada cuatro euros solicitados al fondo de solvencia provienen de empresas de esta industria; la más afectada por la pandemia y que no volverá a los niveles previos al Covid hasta 2026, según los cálculos de la propia Aena.
Frenazo al rescate del turismo
En este sentido, el Ejecutivo ha echado el freno en la aprobación de los planes de rescate, haciendo vivir a las empresas una lenta agonía. El sector turístico, sin esta inyección de capital, ven imposible su continuidad en muchos casos. Mientras que, por su parte, otras están vendiendo activos para poder conseguir la liquidez lo más rápido posible.
Varios meses antes del polémico rescate a Plus Ultra, la Sepi fue criticada por su lentitud a la hora de conceder ayudas; un ritmo que los defensores de la sociedad defendieron con el carácter estratégico que se requiere a las compañías para poder darles esta inyección de dinero público.
A esta problemática con las ayudas al sector turismo se une que la Sepi tiene un plazo de hasta seis meses para dar luz verde de manera expresa desde que se hace la petición de rescate; ya que en caso contrario se considera que la solicitud ha sido desestimada. Un escenario, que de llegar a cumplirse, propiciaría un desastre absoluto en las empresas afectadas; muchas de las cuales siguen pendientes de que el Gobierno licite los viajes del Imserso.
La importante inyección de los viajes del Imserso a la economía
En este caso, el Imserso inyectaría 1.000 millones al sistema, permitiendo reactivar toda la cadena del turismo, además de ser una importante baza en la industria del turismo durante la temporada baja. Según informa el diario ‘El Confidencial’, el Ejecutivo tiene desde hace varias semanas preparados los pliegos de una nueva convocatoria; pero que no termina de llevarse al Consejo de Ministros para ser aprobado, provocando una enorme desesperación en el sector turístico.
Pese a que el Gobierno insiste en que el próximo mes de octubre se reanudará el turismo del Imserso todavía falta por despejar la incógnita de cómo podrán afectar las dos recientes sentencias que anulan la adjudicación de Mundosenior (Barceló y Halcón Viajes) de varios lotes en las dos últimas licitaciones y da la razón a Mundiplan (Alsa, IAG7 y Gowaii).